190110-1c

No termina la interminable fosa común de ocuparse con el infinito y tristísimo cargamento de cadáveres, cuando la imaginativa comunidad internacional ya ha hallado una solución para el futuro de este pobre país, cuyo pasado de explotación, crimen, expolio y abuso él misma produjo a lo largo de los siglos con la resultante de una espantosa pobreza agravada por el sismo.

Parece como si los países del mundo acabaran de darse cuenta de todo esto. Hoy Francia se conmueve, y se alarman y se acongojan quienes por años cobijaron dictaduras horribles.

Pero en fin, no se ha de abandonar a los haitianos a la desconsiderada mano de Dios.

Una vez más saldrá la ayuda en la panza de los aviones militares, otra vez los soldados americanos dispuestos a poner el orden, como si alguna vez en la historia los militares hubieran puesto orden en algún país enano, pobre, ocupado y destruido.

Leo a Gerard Pierre Charles, muerto hace relativamente poco tiempo, entre otras distinciones por la profundidad de su pensamiento, con la merecida Águila Azteca en el pecho.

“Además, la prolongada cobija de la comunidad internacional refleja, así como afirma, lo endeble del sistema democrático y del mismo Estado-Nación, poniendo en relieve las relaciones crecientemente desiguales entre Haití, Estados Unidos, Canadá e incluso la vecina Republica Dominicana.

“En medio de esta encrucijada es menester que triunfe en mi tierra martirizada, la batalla por la democracia, la justicia y una civilización de la sencillez fundada en un novedoso sentido de convivencia. Con ello se cumplirá este bisecular parto haitiano, con sus diseños de sueño y de realidad. Las repercusiones de tal suceso, de tanto significado para uno de los pueblos más explotados del orbe, sólo podrán ser evaluados de cara al futuro, por la importancia de las cuestiones que ha levantado y que no son exclusivas a esa media isla…

“…Luego del golpe de Estado de 1991 contra el gobierno democráticamente electo de Jean Bernard Aristide, la comunidad internacional fue llevada a hacer causa común con el pueblo en lucha para el regreso del presidente, por lo que se dio seguimiento a la demanda de este último de una intervención de fuerzas militares internacionales bajo la bandera de la ONU, con el fin de expulsar a los militares del poder y restaurar la democracia.

“En este contexto, la total deriva política y la pérdida de legitimidad de los militares hicieron posible la disolución del ejército, al mismo tiempo que eran neutralizados los mecanismos tradicionales de control e intimidación.

“Por otra parte, la participación popular en el ejercicio del poder debilitó en forma considerable los medios de acción política…

“…Todo ello se cobijó con la generosidad de instituciones filantrópicas y religiosas y la disponibilidad de los organismos internacionales para ofrecer su asistencia técnica a un país que parece ser un campo de experimentación tecnocrática (1981)”.

Hoy, con la conciencia aliviada los gobiernos del mundo y las organizaciones financieras, las mismas cuya operación había creado hasta la semana pasada otro gobierno paralelo en la sociedad caótica del Haití histórico, se aprestan a resolver la emergencia.

¿Cómo? Con los mismos presupuestos ideológicos, étnicos, culturales, financieros y religiosos de ocasiones anteriores, pero ahora magnificados por los mensajes de Twitter y Facebook.

En octubre de 2004 se publicó: “En los últimos días Haití dio otro giro hacia el caos. No solamente ha sido necesari el enviar nuevos batallones de soldados estadunidenses para que escolten las caravanas que llevan auxilio a los pueblos desesperados del norte que se encuentran bajo el lodo. La bandas armadas que subsisten tanto en el frente gubernamental como en los restos del movimiento guerrillero, un partido de mayoría en el Congreso, han protagonizado ataques, incendios, decapitaciones, incluso combates con las fuerzas de paz de la ONU…”

Ayer se difundió esta nota en Santo Domingo:

“La Cumbre Unidos por un mejor futuro para Haití, celebrada en la capital dominicana con la presencia de diversos organismos multilaterales y de cooperación internacional, concluyó este lunes con la propuesta de la creación de un comité de coordinación de las ayudas para reconstrucción del vecino país que tendrá su sede en la República Dominicana.

“Al esbozar los puntos discutidos en la cumbre, el presidente Leonel Fernández precisó que el equipo del Comité de Coordinación estará integrado por Haití, República Dominicana, el Caricom, las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, el Grupo de Río, Estados Unidos, Canadá, Brasil y el Banco Interamericano de Desarrollo.

“El mandatario dominicano manifestó que otra propuesta que surgió en el importante cónclave fue la elaboración de un plan de desarrollo estratégico para ayudar a la recuperación de Haití a mediano y largo plazo, no sólo en la actual coyuntura. Significó que para este plan integral de desarrollo haitiano se requiere de unos dos mil millones de dólares al año, y para un plazo de cinco años habrá que invertir unos 10 mil millones de dólares, recursos cuya fuente deberá ser identificada por el comité…”.

O sea…

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

Deja una respuesta