Los casos de Jorge Hank Rohn, ex alcalde de Tijuana y de Pablo Salazar Mendiguchía, ex gobernador de Chiapas, –además de todo cuanto le competa al derecho penal y a las autoridades obligadas a su aplicación–, hay una notable similitud: los incesantes señalamientos por parte de las prensas estatales.

Como en muchos casos la prensa es la primera en sufrir las agresiones y la última en recibir las satisfacciones de la justicia.

Jorge Hank ha salvado hasta ahora muchos obstáculos en su vida (la mayoría puestos por su propia mano), entre ellos la risible acusación de contrabandear marfiles cuando llevaba artesanías de huesos de animales no protegidos, y pieles de felinos, las cuales había comprado en el comercio asiático legal, pero no se ha podido sacudir la insistencia del semanario “Zeta” cuyas acusaciones persistentes no cesan ni acabarán nunca.

Como todos sabemos “Zeta” lo señala como el autor intelectual de la muerte del columnista “Gato” Félix Miranda y número tras número insiste en sus señalamientos.

No en balde “Zeta” publicó así la nota de la detención de Hank en su edición especial “on line” con motivo del allanamiento de Puerta de Hierro:

“Jorge Hank Rhon fue detenido la madrugada del 4 de junio, luego que hace 20 años, su jefe de escoltas, Antonio Vera Palestina, fuera sentenciado por el asesinato de Héctor “El Gato” Félix Miranda. Vera fuera sentenciado a 25 años de prisión”.

En el caso de Salazar su persecución contra la familia De la Cruz es historia conocida aun cuando no aparezca en el pliego de las actuales acusaciones. Pero debería.

Como se sabe los editores de “Cuarto poder” sufrieron el acoso de Pablo Salazar quien les echó encima –entre otros–, al procurador Mariano Herrán Salvatti quien fue, por cierto, el primero de esa pandilla en caer preso y la prefiguración del desastre de las alianzas electorales PAN-PRD.

El periodista Oscar Gutiérrez lo relata de manera puntual y cuenta:

“A la familia Morales de la Cruz se le decomisaron ranchos y viviendas, como parte de las investigaciones judiciales, ordenadas por el gobierno de Salazar Mendiguchía.

“Ante el temor de ser aprehendido el entonces director general del Cuarto Poder, Morales Jiménez huyó y se refugió en Estados Unidos, donde falleció el 15 de enero de 2007 víctima de una enfermedad terminal.

“Las embestidas contra Cuarto Poder alcanzaron al autor de la columna política «Fichero Político» Ángel Mario Ksheratto Flores, quien fue recluido en dos ocasiones en “El Amate” y sentenciado por el delito de difamación, tras una querella interpuesta por una funcionaria del gobierno estatal”.

Mariano Herrán quien en su momento fue fiscal antidrogas del gobierno federal, fue acusado de todas estas buenas conductas de las cuales su jefe, el hoy detenido Pablo Salazar, obviamente debía estar enterado:

Peculado, ejercicio indebido del servicio público, abuso de funciones públicas, abuso de autoridad, ejercicio ilegal del servicio público y asociación delictuosa y como cereza en el pastel, probable responsable de homicidio calificado, en agravio Miguel Ángel Rodríguez Cruz alias «El Bronco».

Herrán estuvo al frente de la Fiscalía General del Estado y de la Secretaria de Economía, donde malversó fondos por un total de 538 millones de pesos, contra el erario chiapaneco.

Pero además de esta constante en la pésima relación contra los medios, presente del sur chiapaneco al norte californiano, hay algo notable en el caso de Salazar Mendiguchía: estaba inhabilitado desde el principio para ser gobernador.

Ni siquiera tenía el título universitario con el cual se ostentaba y su condición de ministro de un culto, ya eran elementos para impedirle su registro como candidato. Impostor y predicador. Farsante y pillo.

Pero una conveniencia de coyuntura hizo posible su inclusión en la múltiple papeleta (como en otras condiciones sucede ahora con Alejandro Encinas y ocurrió antes con Andrés Manuel) con lo cual se comenzó a violar la ley desde el comienzo de la historia.

Hoy Pablo Salazar Mendiguchía es la evidencia de hasta dónde llegan las distorsiones políticas: él fue uno de los primeros en levantar la bandera de las alianzas entre supuestos antagonistas. De la traición a la consignación.

Este es hasta ahora el fruto del matrimonio PAN-PRD en Chiapas.

Y habrá más de esto mismo. Es cosa de tiempo y los periodistas en Chiapas o Baja California siempre disponemos de él. Y si no otros lo escribirán.

PALABRAS CUMPLIDAS

Con titubeos, pero a fin de cuentas con claridad, la procuradora Marisela Morales dijo: no se investiga a ningún ex gobernador del Partido Revolucionario Institucional.

De pronto cayó un ex candidato a gobernador, lo cual se parece pero no es igual, como las consignaciones similares.

Pero el rayo de la justicia, sin embargo, le fue a caer (¿?) a un ex gobernador del PAN-PRD.

¿Será esta la aplicación de la teoría del uno por uno?

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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