Indudablemente en la política es conveniente el sentido de la oportunidad. El presidente Felipe Calderón cuya vida entera se ha deslizado por los meandros de la vida partidaria, primero cuando el PAN era una “leal oposición” (dicho a la manera inglesa); después en las alianzas disfrazadas con el PRI, llamadas “concertacesiones” y ahora en el ejercicio del poder, conoce de sobra “la sabia virtud de conocer el tiempo”.
Por eso han sido estos días recientes fechas de tanta importancia.
Primero por el disimulo ante la pequeña e improvisada “cargadita” en favor de Ernesto Cordero, quien ha respondido a tal circunstancia de la peor manera; es decir, dejando a cada paso una prueba de cuán impreparado se halla para afanes más allá de los límites precisos de un escritorio o la pantalla de una computadora.
Y luego ni eso, pues ha sido el primer sorprendido por el “fuego amigo cibernético”, gracias al cual su página fue clonada como una película pirata de Mr. Bean.
El segundo asunto de oportunidad ha sido orquestar o permitir la orquestación con personal de Los Pinos, del verdadero arranque de la campaña de Luis Felipe Bravo Mena cuando el tiempo se ha ido como el tren de la última estación.
De acuerdo con información publicada recientemente, Rafael Giménez (con G), Coordinador de Opinión Pública, quien en la presidencia es descrito como profesor de Investigación de Opinión Pública en los Diplomados de Mercadotecnia Electoral, en el ITAM y de Comunicación Social en el Instituto Nacional de Administración Pública, además de ex asesor en el Banco Nacional de México y antiguo Coordinador del Departamento de Investigación en el Periódico Reforma y Director de Estrategia y Mercadotecnia del Periódico Milenio, ha ido a formar parte del bloque azul con el cual el PAN pretende rescatar al náufrago Luis Felipe Bravo Mena quien ni con toda esa ayuda podrá levantar cabeza.
Con esos elementos Steven Spielberg se habría rehusado a filmar “Saving prívate Ryan”.
Bravo Mena no tiene tiempo y no tiene talento para estas cosas. Va rumbo a su segundo fracaso en el mismo lugar y con la misma gente. Una campaña electoral no es su ámbito. Sus habilidades y capacidades quizá estén otros asuntos. No en estos.
Pero con toda (in) oportunidad, el gobierno va en rescate de quien primero el Partido dejó morir asolo en un asunto lejano a su interés. Vale la pena recodar cuando el presidente lo retiró el Vaticano para llevarlo a la secretaría particular debido al ascenso de César Nava a la jefatura nacional del PAN.
En esa ocasión, infatuado y engreído, le agradeció al jefe del estado la oportunidad de acompañarlo a gobernar.
“Asumo que usted no me llama a cubrir un empleo, sino para acompañarlo en el cumplimiento de esta apasionante misión”, dijo en aquella tarde del 26 de noviembre del 2008.
Pues ya lo vimos todos. No fue así. Lo mandaron de candidato cuando no pudieron hacer una alianza “contra natura” por cuya existencia perdieron tiempo y buenos elementos, como fue el caso de Fernando Gómez Mont quien se apareció, por cierto, muy campante y más delgado en Los Pinos, con la sonrisa en la boca y la diplomacia (o sea, la mentira) en los labios: No, si yo nunca me pelee con el Presidente.
No, no se peleó, nomás le botó la secretaría de Gobernación y le renunció al partido. Pero pelear, pelear; no, ni madres.
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Sin embargo en la interminable combinación del tiempo y el quehacer político, el presiente halla un mal momento para responderles a quienes por boca de Javier Sicilia la emprendieron contra su secretario de Seguridad Pública, el señor ingeniero Genaro García Luna cuyos policías preventivos en materia federal son heroicamente considerados por el Primer Magistrado de la Nación, quien los convoca al ejercicio cívico de un sacerdocio.
“Acólitos del diablo”, llamaba Gabriel Vargas a los jenízaros, a los “Tecolotes” (así se llamaba una cafetería afuera de Tlaxcoaque), serenos o policías cuya panza mal fajada era aeródromo de moscas en los dibujos de Abel Quezada. Boquitas de riñón, pelambrera hirsuta; gorra de lado, bigotitos de aguamielero; zapatones remendados.
Pero eso ya no existe. Ahora hay otra realidad y de ella nos habla el mandatario nacional:
“Desde el inicio de mi Administración se han multiplicado por seis los recursos presupuestarios para la Secretaría de Seguridad Pública. El estado de fuerza de este cuerpo policial también se ha multiplicado aproximadamente en esos múltiplos y ya cuenta hoy con más de 35 mil elementos..
“…Hoy contamos con un programa mediante el cual hemos formado a más de siete mil policías con un perfil científico, la mayoría de ellos egresados de universidades públicas y privadas del país y con las mejores herramientas para enfrentar el crimen y poner un alto a la impunidad.
“En estos cuatro años hemos invertido más de cinco mil 200 millones de pesos…. reconozco el trabajo del Secretario de Seguridad Pública, el ingeniero Genaro García Luna, porque ha sido clave para iniciar la transformación profunda de la Policía Federal, en un cuerpo profesional dedicado a servir y a proteger (“to serve and protect”, como dicen las patullas de NYC) a la comunidad.
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Pero en medio de ese optimismo y esa conmovida convocatoria de la cual todos debemos ser solidarios pues no se le pueden regatear ni mérito ni conveniencia al arduo esfuerzo de mejorar las fuerzas policiacas hasta lograr de ellas confianza y certeza, se le viene a atravesar al presidente un informe internacional incomodo para su estrategia, de la cual el ya dicho señor ingeniero GGL es pieza clave y por lo visto insustituible.
Se trata del reporte de la comisión de líderes del mundo (en el caso de los políticos ahí incrustados como Ernesto Zedillo o Fernando Henríquez Cardoso, yo les llamaría ex líderes), en la cual se recomiendan no solo la legalización de la “cannabis” sino la interlocución con grupos delictivos y aun terroristas como mecanismos cuya exploración al menos, vale la pena
Los promotores de la descriminalización de las drogas (El heraldo de Bogotá) ahora cuentan con el respaldo del Comité Global de Políticas Antidrogas, cuyo informe presentado en Nueva York recomendó (1 de junio) a los gobiernos reconocer que la lucha contra el narcotráfico ha fracasado y que la salida es legalizar el uso de las sustancias hoy prohibidas, como la marihuana.
“Ex presidentes, destacados líderes internacionales, intelectuales y empresarios, miembros de la comisión, hicieron un llamado a políticos y figuras públicas a “tener el coraje de articular públicamente lo que muchos de ellos reconocen en privado: que la evidencia demuestra, abrumadoramente, que las estrategias represivas no resolverán el problema de las drogas”.
Personalmente dudo de cualquier idea cuya validez requiera o utilice la firma de Zedillo pero no es posible desdeñar de un plumazo el conjunto de esas opiniones, especialmente a la luz del fracaso internacional de la respuesta bélica como la única posible.
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Me pregunta una lectora frecuente:
¿Y que pasó con el hermano incómodo de Leonel Godoy? En México hay escándalos todos los días, suceden cosas insólitas, se hace mucho ruido y. luego se desvanecen para nunca más enterarse uno del resultado final.
“Bueno… en efecto ese es el resultado final. Es como las películas francesas que el final te lo tienes que imaginar tu. Te deja abierta la posibilidad de pensar en más de una opción”.
Y yo le respondo, a Godoy lo van a pillar y presentar cuando sea electoralmente conveniente y benéfico.
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¿Podría el doctor Freud explicarnos el significado profundo de la decisión de Marcelo de revisarse la próstata en lugar de acudir a una ceremonia sobre Derechos Humanos? ¿No podía recurrir a otro pretexto?
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Como todos sabemos un atraco más esta por consumarse, el 30 de junio vence el plazo para gestionar en el Distrito Federal la inútil tarjeta de circulación con “chip”.
De 3.9 millones de automóviles, sólo 1 millón 800 mil han hecho el cambio. Pero eso no es todo, se trata de una exacción cíclica, recurrente, periódica,
La tarjeta se renovará cada tres años con el pretexto de hacer un padrón preciso y seguro, lo cual, llevan haciendo desde 1900 cuando llegó a esta ciudad el primer fotingo.
Es un robo vil frente al cual seguramente será posible utilizar los nuevos alcances del juicio de amparo dados a conocer hace unas horas.
¡Todos al amparo contra cobros excesivos, injustificados y confiscaciones temporales como el arrastre de las grúas y otros negocios concesionados por Marcelo Ebrard.