La presidenta Claudia Sheinbaum informó que la masacre en el bar «Los Cantaritos» en Querétaro, donde murieron diez personas, tenía como objetivo a un miembro del CJNG, Fernando González Núñez, alias «La Flaca»
La presidenta Claudia Sheinbaum reveló este lunes que la masacre ocurrida el sábado 9 de noviembre en el bar «Los Cantaritos», ubicado en Querétaro, fue un ataque planeado con el fin de asesinar a una persona en particular. En el incidente, que dejó un saldo de diez personas muertas y 13 lesionadas, se identificó a Fernando González Núñez, alias «La Flaca», presunto integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), como el principal objetivo del atentado.
Detalles del ataque y la respuesta del gobierno
La agresión, ejecutada en apenas 40 segundos, ocurrió en la Avenida Circunvalación, en el centro de la ciudad de Querétaro. Cuatro individuos armados con fusiles de alto poder ingresaron al bar y dispararon indiscriminadamente contra los presentes, lo que derivó en un escenario de violencia sin precedentes en la entidad. A raíz de estos hechos, las autoridades estatales y federales han desplegado operativos conjuntos para la investigación y detención de los responsables.
Sheinbaum confirmó que una persona ha sido detenida en relación con el ataque, y destacó que el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, mantiene comunicación constante con el gobernador Mauricio Kuri para coordinar los esfuerzos de seguridad en el estado. Las Fuerzas Armadas también se encuentran involucradas en la investigación, en un esfuerzo por prevenir que la situación de Querétaro escale como en otras entidades del país.
Estrategias de seguridad y el papel de Fernando “La Flaca” González
La figura de “La Flaca”, identificado como miembro del CJNG, ha cobrado relevancia en la investigación. Según fuentes gubernamentales, González Núñez era conocido por su implicación en el robo de hidrocarburos en la región y su actividad en redes sociales, donde presumía armas y hacía alarde de su afiliación al CJNG. Incluso, en agosto, lanzó un reclutamiento de sicarios en dichas plataformas, ofreciendo pagos semanales a aquellos con experiencia en el manejo de armas de fuego. Su muerte, presuntamente en un ajuste de cuentas entre el CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima por el control territorial, resalta la problemática creciente en Querétaro, un estado que antes se consideraba pacífico.
Reacciones y contexto estatal
El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, lamentó públicamente el suceso, reconociendo la preocupación social que este genera en el estado. En un mensaje a la ciudadanía, Kuri subrayó que la situación fue un «evento sin precedente» y llamó a evitar la propagación de rumores o la politización de la crisis. El mandatario señaló que los ciudadanos afectados podrían haber sido familiares cercanos de cualquiera, lo que hace aún más alarmante la situación.
En el contexto de esta violencia, Kuri insistió en que Querétaro no permitirá la “contaminación” de fenómenos criminales que han aquejado a otros estados. Su gobierno, afirmó, responderá con medidas firmes ante cualquier intento de expansión del crimen organizado. También informó que las autoridades de salud permanecen atentas a la evolución de los lesionados, de los cuales dos se encuentran en estado crítico.
Violencia en aumento en Querétaro
El incidente en «Los Cantaritos» es solo uno de los episodios de violencia que han sacudido a Querétaro en los últimos meses. Desde el 1 de octubre, al menos 23 personas han sido asesinadas en diversos ataques relacionados con actividades criminales. Entre estos casos, destacan el ataque al empresario Jesús Calderón y el asesinato de dos músicos originarios de Guanajuato. Estos eventos han generado un clima de inseguridad que alarma a los ciudadanos y desafía a las autoridades a garantizar la seguridad en un estado históricamente conocido por su tranquilidad.
Este suceso en Querétaro evidencia la complejidad de la crisis de violencia en México, donde disputas entre cárteles y ajustes de cuentas dejan una estela de inseguridad que requiere de respuestas contundentes y coordinación entre niveles de gobierno para enfrentar la problemática.