Arcos, quien había expresado su preocupación por la seguridad pública solo dos días antes de su muerte, fue encontrado con su cabeza abandonada sobre una camioneta en la colonia Villas del Roble
El asesinato de Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, Guerrero, ha dejado a la comunidad atónita y ha puesto en evidencia la creciente violencia que afecta a la política local. El cuerpo de Arcos fue encontrado el 6 de octubre de 2024, con su cabeza abandonada sobre una camioneta blanca en la colonia Villas del Roble, tan solo cinco días después de asumir el cargo.
El alcalde, que había tomado posesión el 1 de octubre, había expresado públicamente su preocupación por la inseguridad en la región. En una entrevista realizada el 4 de octubre en el programa «Por La Mañana» con Ciro Gómez Leyva, Arcos Catalán había hecho un llamado a la gobernadora Evelyn Salgado para reforzar la seguridad en Chilpancingo, especialmente tras el asesinato de su secretario general, Francisco Tapia, el 4 de octubre. Arcos recordó a Tapia como un hombre honorable, destacando su dedicación al servicio de la comunidad y señalando que no existían problemas personales que pudieran haber motivado su muerte.
La Fiscalía General de Guerrero ha abierto una carpeta de investigación por el homicidio de Arcos. En un comunicado, la Fiscalía confirmó que se indagará sobre el crimen, que fue calificado como homicidio calificado. Las autoridades han señalado que se investigará a «quien o quienes resulten responsables» por este acto violento. La noticia ha resonado en el ámbito político, con el líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) exigiendo justicia y un esclarecimiento inmediato de los hechos.
La gobernadora Salgado condenó el asesinato, expresando su indignación y el dolor que siente toda la sociedad guerrerense por la pérdida de un funcionario comprometido con la comunidad. «Su pérdida enluta a toda la sociedad guerrerense y nos llena de indignación», escribió en redes sociales, sin ofrecer detalles sobre las circunstancias del crimen.
Este ataque se inscribe dentro de un contexto de creciente violencia contra políticos en México, un fenómeno alarmante que ha cobrado la vida de numerosos funcionarios a lo largo de los años. Guerrero, debido a su ubicación estratégica y a la presencia de cárteles de la droga, se ha convertido en un estado donde la violencia está a la orden del día. Desde 2006, cuando el gobierno federal comenzó a implementar estrategias para combatir el narcotráfico, más de 450,000 personas han sido asesinadas en el país, y muchos políticos, particularmente a nivel local, han sido blanco de la violencia relacionada con el crimen organizado.
La situación es aún más crítica en Guerrero, donde la inseguridad y el miedo han permeado en la vida diaria de los ciudadanos. La comunidad espera que este horrendo crimen no quede impune y que las autoridades tomen acciones efectivas para proteger a los funcionarios y a la población en general.