Muchos son los elementos distintivos de la agónica gestión de López Obrador y todos pasan por el dinero y por la traición. Excepto los inconcebibles errores de la política exterior a los cuales uno debe referirse en el momento oportuno.
Su proclama de separar el poder político del poder económico (simples frases huecas, por ejemplo). No significó en la práctica sino una cosa: poner el dinero público al servicio de la política personal (o del partido de su propiedad). A eso se le llama en el diccionario de la corrección política de la izquierda, “programas sociales” y con esa muleta hizo embestir a un toro de 35 millones de electores.
Pero desde la conformación misma de Morena, aparecieron los recursos de la traición. La enorme mayoría de los fundadores de Morena y quienes gota a gota se fueron sumando a ese interminable movimiento, traicionaron al partido de origen (PRD) –o le dieron la espalda, defeccionaron; renunciaron o se fueron.
Quizá por eso en el desenlace de las negociaciones de poder (el poder para cambiar la Constitución al antojo del viento, por ejemplo) Morena –o su fundador—ha sido generoso con los traidores cuya lista encabeza –obviamente– el mejor pagado de los Iscariotes, ha sido Quirino Ordaz cuya gestión en Sinaloa no ha sido revisada ni siquiera en estos sangrientos días y cuyo premio por entregarle el estado a Rocha Mayo (Moya) y sus aliados, estén donde estén.
La embajada mexicana en España es posiblemente el mejor puesto de la diplomacia mexicana. Alguien dirá, no, ese es para la embajada en Washington y sí, si se quiere tomar en serio la sede, pero para vivir una vida sin sobresaltos (a pesar de las pausas) y vivir en el gozo de la España Fecunda, Madrid es una fiesta.
Y Quirino lo sabe, como también Claudia Pavlovich quien además de traicionar al PRI, mal agradeció a Manlio Fabio Beltrones haberla impulsado decisivamente en su carrera. Ella disfruta el Mediterráneo desde el consulado de Barcelona.
Y ya hablar de Carlos Miguel Aysa, cuya mediocridad traicionera fue premiada con la embajada en Santo Domingo, es ir demasiado lejos. Baste con esos ejemplos.
Pero la mata da más. El caso de ayer en el Senado es además de cínico, vergonzoso. Pero lleva la marca de la casa o, mejor dicho, de las dos casas:
“Luego de que Miguel Ángel Yunes Márquez entregó su voto a Morena para que pasara la Reforma Judicial, Morena lo incluyó como secretario en la Comisión de Justicia del Senado.
“Según un acuerdo de la Junta de Coordinación Política, encabezada por el morenista Adán Augusto López, se modificó la integración de una de las principales comisiones para incluir al veracruzano.
“La Comisión de Justicia es encabezada por el exgobernador Javier Corral (otro traidor), y tendrá cinco secretarios: Yunes Márquez, la panista María de Jesús Díaz, el priista Pablo Angulo, y el verde ecologista Luis Alfonso Silva”.
FORO TV
Ayer, después de participar desde su fundación en Foro TV, dejé de colaborar en Televisa. Las razones (o motivos) de esta suspensión no fueron míos. Pero tampoco tengo motivos de pendencia. Mucho menos de dependencia.
En estos años, provechosos y agradables, sin censura ni presiones, participé en tres programas de los cuales tengo grato recuerdo: “El mañanero”, con Brozo (Enrique Jackson, Ignacio Marván, J. José Rodríguez Prats y Beatriz Paredes; “La reata”, Marisa Rivera y Polo de la Rosa); “Agenda Pública”, con Mario Campos y “Estrictamente personal”, con Raymundo Riva Palacio.
Como habría dicho mi amigo el cura: podéis ir en paz, la misa ha terminado.
TAMALES
México registró su tercer fin de semana más violento en el año: del viernes 20 al domingo 22 de septiembre se registraron 268 asesinatos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Ante semejante circunstancia, el gabinete de seguridad sesionó a medio patio del Palacio Nacional, con mariachis y tamales.