El Ministerio de Exteriores atribuyó la agresión de este martes contra presuntos miembros del grupo radical Hezbolá, a un «ataque cibernético israelí»
Un ataque a gran escala de manera simultánea a distancia a través de un sofisticado sistema guiado por señales satelitales atribuida a Israel, provocó este 17 de septiembre la explosión en cadena de cientos de aparatos buscapersonas conocidos como Beepers y que estaban presuntamente en posesión de miembros del grupo radical chiita libanes Hezbolá en varios puntos del Líbano, lo que dejó 11 muertos y 2,800 heridos.
DE acuerdo con las autoridades pasadas las 15:30 horas locales, los beepers comenzaron a estallar en diferentes lugares, principalmente en el sur del país y en los suburbios meridionales de Beirut, ambos controlados por el grupo chiita.
El grupo radical libanés confirmó a través de un comunicado que los beepers estaban «en posesión de varios trabajadores en diferentes unidades e instituciones de Hezbolá», y posteriormente atribuyó la autoría de la operación a Israel, con quien libra un conflicto fronterizo desde el pasado octubre.
«Tras examinar todos los hechos, datos actuales e información disponible sobre el malvado ataque ocurrido esta tarde, consideramos al enemigo israelí como total responsable de esa agresión criminal que también tuvo como objetivo a civiles y que mató a varias personas», dijo en una segunda nota.
En concreto, las explosiones han cobrado hasta ahora la vida de 11 personas, entre ellas un niño, e hirieron a más de 2,800, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
El titular de ese departamento gubernamental, Firas Abiad, explicó que la mayoría de los heridos sufrieron daños en la cara, las manos o el abdomen, y agregó que entre ellos hay cerca de 200 pacientes en estado crítico.
Tras el incidente, sirenas de ambulancia resonaron de forma significativa por Beirut, donde el traslado de tal número de heridos a los diferentes hospitales también llegó a afectar el tráfico.
Dada la gran cantidad de víctimas, el Ministerio de Salud Pública del Líbano llamó inmediatamente a «todos» los hospitales en las áreas afectadas a que activaran el nivel de «alerta máxima» y se prepararan para lidiar con una «necesidad urgente de servicios sanitarios de emergencia».
También la Cruz Roja libanesa movilizó a decenas de ambulancias y cientos de técnicos de emergencias, entre llamados urgentes de diversas ONG y grupos de la Defensa Civil a donar sangre.
Entre los heridos está el embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, quien se encuentra en “buen” estado tras sufrir una herida superficial por una de las deflagraciones, según dijo en su cuenta de X la legación diplomática iraní.
Asimismo, el suceso acabó con la vida de un hijo del parlamentario de Hezbolá Ali Ammar y causó al menos 14 heridos en Siria, donde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos contabilizó cuatro víctimas en Damasco y otras diez en dos áreas de sus alrededores.
Por otra parte, el Ministerio de Exteriores libanés atribuyó el incidente de este martes a un «ataque cibernético israelí, en el que han sido detonados un gran número de beepers», e informó de que está preparando una queja al respecto para presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
«Esta escalada israelí grave y deliberada coincide con amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia el Líbano y con su postura intransigente que llama a más derramamiento de sangre, destrucción y sabotaje», denunció el departamento gubernamental en un comunicado.
Sin embargo, el Estado hebreo todavía no se ha pronunciado al respecto ni el Líbano ha ofrecido detalles sobre cómo cree que pudieron ser infiltrados los mensáfonos.
En declaraciones a la prensa, el ministro libanés de Telecomunicaciones, Johnny Corm, detalló que el cargamento de buscapersonas afectado había llegado «recientemente» al país y que las baterías de los aparatos se recalentaron antes de que fueran detonados, quizás «a distancia».
«Debemos saber cómo y cuándo entró ese cargamento de dispositivos al Líbano, a qué compañía pertenecen, quién es su dueño. Debemos conocer más detalles para saber cómo funciona este dispositivo y cómo entró al Líbano», indicó el ministro.
El Ministerio de Educación anunció en un comunicado el cierre de todas las instituciones académicas del país, públicas y privadas, para condenar mañana «el acto criminal cometido por el enemigo israelí».