Desde el 23 de julio cientos de chiapanecos han ingresado a suelo guatemalteco, dejando sus hogares y pertenencias, ante el abandono del Gobierno populista de López obrador, que ha mostrado incapacidad para protegerlos de la delincuencia

Ante la indiferencia de las autoridades de los gobiernos federal y estatal que han mostrado incapacidad para resolver la inseguridad que azota a Chiapas y proteger habitantes de comunidades vulnerables, lo que ha obligado a chiapanecos de varios pueblos a huir y buscar ayuda en la vecina Guatemala, el gobierno del vecino país centroamericano no sólo ha dado refugio a más de 207 familias mexicanas, sino que ya se prepara para recibir a más personas, por lo que ya ordenó vigilancia extrema por parte de su ejército, para evitar que grupos del crimen organizado crucen e interrumpan la tranquilidad de los guatemaltecos.

Mientras en Palacio Nacional hacen ojos de ciego para ignorar esta realidad, con una inseguridad al alza, que no sólo ha rebasado a los gobierno de los estados de manera alarmante, sino que los propios grupos criminales se burlan de la política ridícula de “Abrazos, no balazos”, que no es otra cosa que invitar a los delincuentes a seguir con sus ilícitos, pues el gobierno no hará nada para detenerlos.

Mientras el populista López Obrador mantiene sus pobre discurso, sin un mínimo rastro de apego a la realidad y ya en la agonía de sus seis años de gobierno, sigue culpando de su fracasada administración, a gobierno pasados, lo que no refleja otra cosa que la mediocridad de un gobierno que no tiene ni pies ni cabeza y ante un problema grave como la inseguridad, donde comunidades completas huyen, ante la incapacidad de un gobierno amlista que desde un principio no supo qué hacer, ya que hasta la fecha, carece de un programa de combate a la delincuencia, ya que todo está basado en ocurrencias que el huésped de Palacio considera que así es la forma de gobernar.

Mientras se registra el desplazamiento de familias completas de chiapanecos hacia la vecina Guatemala, el presidente de esta nación, Bernardo Arevalo, informó en días pasados que ordenó reforzar la vigilancia en la frontera con México, dado el arribo de más ciudadanos mexicanos que huyen de la violencia de los Cárteles de la droga.

Desde el 23 de julio pasado, cientos de chiapanecos han ingresado a territorio guatemalteco, dejando sus hogares y pertenencias. De ellos, 207 ya cuentan con un permiso humanitario de permanencia.

Estamos trabajando del lado nuestro con el Ministerio de la Defensa y la Policía Nacional Civil para impedir que la violencia llegue a territorio de Guatemala, declaró el mandatario. Este refuerzo tiene como objetivo garantizar la seguridad de los guatemaltecos y evitar que los problemas que existen del otro lado (de la frontera) puedan incidir en el país, agregó el gobernante durante una gira de trabajo en el departamento de San Marcos, en la frontera con México.

Según el centro de análisis Insight Crime, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se disputan el control de poblados fronterizos, que son claves para el tráfico de drogas, armas y migrantes que atraviesan México para llegar a Estados Unidos.

Los 207 mexicanos que recibieron un permiso humanitario de residencia por 30 días en Guatemala permanecen en el municipio de Cuilco, donde reciben asistencia.

Tenemos además, en el caso de las comunidades que llegaron a Cuilco, toda una estructura interinstitucional para acoger a los hermanos mexicanos que vienen huyendo de la violencia, explicó Arévalo.