Como si la realidad quisiera poner su propia cereza en el inútil pastelote de las paradójicas reuniones sobre seguridad del Campo Marte, denominadas “Diálogos,” el miércoles de esta semana apareció muerto Edelmiro Cavazos, el alcalde de Santiago, en Nuevo León, secuestrado apenas un par de días antes.
La crónica de ese hallazgo terrible no puede ser más descorazonadora. El hombre sufrió vejaciones y torturas antes de fallecer víctima de la sevicia infinita de sus captores. Era un hombre exitoso, próspero, políticamente definido en la línea ideológica del Partido Acción Nacional y ni siquiera eso fue suficiente para ver al presidente Felipe Calderón en el servicio fúnebre (como tampoco en el entierro de Gerardo Cantú).
Habría sido (al menos en el caso de Santiago) una paradoja políticamente inadmisible: suspender los diálogos por la seguridad, para acudir a un funeral del alcalde asesinado en una más de las muestras de falta de gobierno y escasos resultados en el combate al crimen organizado, bandera, motor y finalidad de esta administración.
M.A. Kiavelo, seudónimo de la redacción Junco de la Vega en el diario “El norte “ de Monterrey, con mucho el diario con mayor peso e influencia en esa entidad, publicó (con su habitual estilo) apenas el jueves:
“1.- LA muerte del Alcalde de Santiago ilustra lo absurdo de la situación que guarda la seguridad pública en Nuevo León…
“2.- TODAS las versiones coinciden en que Edelmiro Cavazos fue amenazado por el crimen organizado desde antes de tomar posesión por no ceder ante sus reclamos de dejarlos trabajar a sus anchas en el municipio…
“1.- ESTO es, a diferencia de muchos otros Alcaldes, «Miro», como le decían sus amigos, les dijo ¡no! a los narcos…
“2.- COMO consecuencia, los cárteles amenazaron a los policías de Santiago, que de ser unos 60 pasaron a ser sólo 10, entre los que fueron asesinados y los que renunciaron por miedo…
“1.- PARA hacer frente al narco, el Alcalde se valió de la colaboración del Ejército y, de hecho, se dice que estaba en comunicación continua con los altos mandos militares en el Estado…
“2.- A pesar de esto, nunca contó con seguridad especial de parte del Estado para él o su familia, por lo que -según versiones- habría sacado a su esposa y tres pequeños hijos del País…
“1.- POR eso el reclamo de los organismos empresariales de pedir más batallones del Ejército y la Marina parece la única forma para hacerle frente al crimen organizado en Nuevo León ante el fracaso de todas las demás promesas de campaña de actuar contra la inseguridad…
“2.- ES claro que los cárteles están desafiando a las autoridades de Nuevo León porque no han tenido una respuesta contundente contra sus acciones criminales…
“1.- SI ya de por sí el ambiente en el Estado era de zozobra ante los embates del crimen organizado, el asesinato de Edelmiro Cavazos vino a pegar todavía más duro en el ánimo de los nuevoleoneses…
“2.- DESGRACIADAMENTE, la ejecución del Alcalde de Santiago acentuó la fundada percepción de que el Estado no es capaz de proteger ni siquiera a sus funcionarios públicos…”
Cualquiera se puede preguntar, cómo en plena euforia por la propuesta de la policía universal un municipio puede verse disminuido de sesenta a diez policías de un plumazo sin un respaldo institucional tanto del gobierno estatal como del gobierno federal.
Por eso se comprenden las palabras de don Arturo Cavazos, padre del difunto alcalde quien dice:
«Ojalá que hasta ahí llegue, esto es una cosa espantosa y no se lo deseo ni a mi peor enemigo… él (su hijo) estaba sirviendo a la comunidad con las uñas, ‘en las puras garras’; los dejaron en la ruina y él tenía muchas ganas de sacar adelante al Municipio… hay muy buena intención del Secretario de Gobernación, del Gobernador, según él, pero no tenemos policías; apenas ayer enviaron 22 patrullas al Municipio».
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Apenas el pasado día doce, Rodrigo Medina, gobernador de Nuevo León, en una de las mesas del ya citado dialogo del campo militar, había dicho en tono de urgencia: necesitamos fuerzas de seguridad en Nuevo León. Así habló:
“…Particularmente, siento que es urgente elevar la potencia de las fuerzas locales. Evidentemente, las bandas criminales han elevado de manera importante su capacidad de fuego, económica; y el Estado, el Estado de Nuevo León, los estados, requerimos de mayor capacidad para poder hacerle frente a estas bandas criminales.
“Requerimos de un mejor servicio de inteligencia, de tener mayor información, inteligencia accionable, capacidades tácticas, mayor capacidad de armamento; y todo esto nos dará la posibilidad de tener un mejor frente común más sólido y coordinado con la Federación. Estoy claro que ningún Orden de Gobierno por sí sólo puede en esta lucha, que tenemos que formar este frente unido para poder salir victoriosos de esta batalla, que estoy seguro, así será.
“Sin duda, también es muy importante el tema de la depuración de los cuerpos policiacos. Tenemos que hacer un esfuerzo mayor para poder avanzar mucho más rápido, y empezar a tener grupos de policías que estén bien revisados, que pasen estos filtros de Control de Confianza, que estén mejor pagados, que tengan mejores esquemas de seguridad social, que estén mejor entrenados, que tengan mejor equipamiento y que puedan escalar, insisto, su nivel y su potencia para poder hacerle frente, desde lo local, a estas bandas criminales”.
Pero esto, como otras muchas cosas, fue nada más el cumplimiento de un turno oratorio en un festival de palabras. Cinco días después fue secuestrado el alcalde por hombres disfrazados de policías y el miércoles fue hallado sin vida. Para el viernes ya se habían detenido a varios sospechosos; policías, Obviamente, como toda la vida, como siempre.
Una vez investido con la representación presidencial el secretario de Gobernación, quien ha memorizado perfectamente el guión con cuya repetición nos agobia, dijo en una conferencia conjunta con el gobernador Medina:
“Los actos lamentables que ahora generan un clima de violencia en Nuevo León, nos convoca a todos, sin distingos, ni excepciones, como aquí se ha dicho, a los tres órdenes de gobierno, a los Poderes de la Unión y a la sociedad en general para hacer un frente común para que corresponsablemente sumemos esfuerzos y hacer más grande nuestro valor de enfrentar al crimen, no ceder ante sus presiones por más inmundas y crueles que éstas sean.
“En el Gobierno Federal no vamos a escatimar ninguna acción que contribuya con el Gobierno del estado de Nuevo León, para que a la brevedad los delincuentes responsables de tan cobarde asesinato enfrenten a la justicia.
“Por eso estamos aquí, por eso el Presidente de la República, Felipe Calderón, nos ha instruido de estar aquí, con ustedes, para reforzar subsidiariamente a las autoridades locales en el combate a la lucha contra el crimen, porque en la Federación sabemos que los violentos exigen acciones de autoridades y eso es lo que desde la Federación estamos haciendo y vamos a seguir haciendo con el Gobernador del estado y con los señores presidentes municipales.
“Esta lucha es por la libertad, por la seguridad y por la justicia de los mexicanos y de Nuevo León, que es parte importante, como lo hemos dicho con el Gobernador y como lo hemos recogido hoy de las expresiones de los empresarios. Nuevo León también es importante para México y no lo vamos a dejar solos”.
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Pero el presidente Felipe Calderón tiene una idea fija y persistente. No ceder ni un ápice en su lucha y la forma como la ha venido desplegando. No ha convocado para conocer otras opciones sino para confirmar la inexistencia de mejores ideas con las cuales sustituir las suyas.
Por eso en cumplimiento de su idea inicial, en torno de los diálogos quiere cerrar la ronda con la presencia de los legisladores y se enfrenta al rechazo de algunos.
Alejandro Encinas, el pastor de los perredistas en San Lázaro, rechaza el convivio con un argumento impecable para sus seguidores, correligionarios y seguidores: tenemos un acuerdo de consejo nacional de no acudir a ceremonias convocadas por Calderón a quien le negamos la calidad de Presidente de la República. Tampoco quiere acudir Ricardo Monreal desde el senado en nombre del PT.
Los diputados del PRI ya se habían rehusado desde hace muchos días, cuando por medio de un desplegado de prensa le dijeron su incredulidad en torno de estos foros convocados con afanes de lucimiento personal y no en búsqueda de soluciones viables.
Y el senador Manlio Fabio Beltrones de plano le dice a Calderón cuántas veces se han reunido antes ambos y cómo en esa repentina invitación (el miércoles después del mediodía) no encuentra rendija para desatender compromisos derivados de su labor senatorial.
Un día después, entrevistado por los medios, Beltrones dijo:
Con el Presidente hemos dialogado en distintas ocasiones y le hemos hecho saber nuestras preocupaciones específicas, sobre temas de la economía, el desempleo, la inseguridad que tanto sufren los mexicanos.
Estamos esperando también que en el Informe de Gobierno, que habrá de presentar el día primero de septiembre, ahí las contemple como propuestas al Poder Legislativo, que sean sujetos de discusión ordenada, como lo es el diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El diálogo con el Legislativo no puede de ninguna manera concentrarse única y específicamente en los coordinadores parlamentarios de los partidos políticos; para eso existe un Pleno, al cual es posible que él asista el día primero de septiembre a platicar, debatir, aceptar preguntas y a emitir respuestas.
“¿Qué es lo que México quiere? México está cansado de actos mediáticos, lo que quiere son soluciones a sus problemas; y el desempleo y la inseguridad es una materia en donde existe una baja calificación al Gobierno del Presidente Felipe Calderón”.
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En este sentido el presidente no ha sido ni tardo ni perezoso en dar una respuesta llena de energía y con algunos ribetes de enfado personal, de molestia, de un larvado sentimiento de sentirse incomprendido y gratuitamente ofendido.
Esto dijo con la evidencia de la mecha corta:
“Es un tema difícil, y creo que es mejor que el Presidente defina sus propios puntos de vista, y lo que no puede hacerse, es cerrarse al debate.
Finalmente, les señalo (Senador Navarrete, Senador Escobar), que yo estaré siempre atento a las determinaciones de los órganos competentes del Congreso de la Unión.
“Yo soy alguien que cree, precisamente, en el valor de la palabra y del debate. Soy alguien que cree profundamente en el valor democrático. Hace un par de años, incluso, cuando se planteaba este tema, yo planteé públicamente mi disposición no sólo a acudir al Congreso de la Unión a rendir mi Informe de Gobierno, sino incluso, manifesté mi disposición de escuchar y de responder ahí, directa y personalmente a las preguntas de los legisladores, en un ejercicio que hasta ahora no se ha hecho en el país.
“Y sin embargo, y (la) respeto, la determinación del Congreso fue, finalmente, terminar con lo que se llamaba el Día del Presidente, un día que se llenó de, quizá de fastuosidad, frivolidad; también de cierta irresponsabilidad. Y el Constituyente Permanente determinó un proceso distinto, que yo estaré siempre atento a lo que la Constitución y la ley disponga, y los órganos competentes, también”.
Dicho de otro modo y con plena razón. El Congreso lo cambio y el Congreso ahora lo reclama.
“Sí creo muy importante –prosiguió–, que el diálogo debe darse cuando es posible que pueda darse el diálogo. Y que elementos, precisamente, disruptivos del diálogo, desde la ofensa, la descalificación, incluso la agresión verbal o física misma, más allá de impedir el diálogo, que es su efecto más nocivo, denigran terriblemente al propio Congreso de la Unión, denigran a quien lo realiza, cuando es el caso.
“Y me parece muy importante que entre todos nos pongamos como premisa fortalecer al Congreso, evitar que en un ambiente que a veces ha sido de lapidación sobre la labor legislativa, se propicien o prohíjan circunstancias que, a su vez, pongan en riesgo a la propia labor legislativa. No pierde, realmente, a quien se ofende o se agravia.
“La verdad es que he sido un Presidente abierto, porque creo en la tolerancia y en la democracia. Y creo que a ningún Presidente le han dicho las cosas que le han dicho a éste, por lo menos públicamente, como se me han dicho”.
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Pero si algo faltara en México tenemos hoy el sainete del cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval quien ha acusado en tono pueblerino, desinformado y majadero, de corrupta (por el procedimiento porfirista del “maiceo”) con motivo de su reconocimiento al derecho de las parejas homosexuales de adoptar.
Por si alguien no lo supiera, Sandoval dijo de la decisión del tribunal: están maiceados por el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard y algunas organizaciones internacionales.
Con los reflejos de un “letf filder” de las grandes ligas, Ebrard corrió y atrapó la pelota.
Demandó al cardenal ante la negativa del purpurado de retractarse de la invectiva y hoy se ostenta como el gran adalid de los derechos de las minorías; escudo de la legalidad; defensor de la Corte y las instituciones y todo cuanto sirve a un político en campaña, especialmente cuando su enorme opositor, Andrés Manuel López Obrador, acaba de ser consagrado esperanza continental por Fidel Castro.
Hoy ya tenemos un litigio: el gobernador de la ciudad más grande del mundo contra el cardenal de una ciudad dominada por la derecha católica a través de su monaguillo; el pueblerino “Etilio” González Márquez, un bueno para nada.
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Tal y como lo esperaba el PRI en Hidalgo, el Tribunal Electoral de Hidalgo, ratificó el triunfo electoral del pasado 4 de julio de Francisco Olvera, impugnado por sus opositores.
En este sentido, el gobernador electo, Francisco Olvera, reconoció el trabajo de los magistrados del Tribunal Electoral, en beneficio de la legalidad y la fortaleza de las instituciones públicas.
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