La DEA había expresado su preocupación de que la elección de jueces por voto popular podría permitir al narcotráfico influir en el sistema judicial

En la mañanera de hoy, Andrés Manuel López Obrador, ha lanzado un mensaje “de cuates” a la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA). Todo esto, claro, sin dejar de lado ese toque de independencia nacional que caracteriza su retórica.

La DEA, ha expresado su preocupación por la reforma al Poder Judicial mexicano, sugiriendo que esta podría abrir las puertas para que el narcotráfico elija a sus propios jueces. Ante esto, López Obrador, siempre dispuesto a recibir opiniones ajenas con una sonrisa, respondió con cortesía, pero señalando las limitantes del organismo estadounidense para opinar acerca de la situación en México.

“Con todo respeto, ¿quiénes son ellos para decidir sobre asuntos que corresponden a los mexicanos?,” preguntó el presidente, recordándonos que México es, en efecto, un país independiente. Y por si alguien tenía dudas sobre el tono amistoso de sus palabras, añadió: “Lo decimos en buen plan, como cuates”.

El presidente no se quedó corto en su respuesta y aprovechó la ocasión para señalar la lentitud del sistema judicial estadounidense en el caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública. Con una pizca de ironía, AMLO mencionó: “Es como si yo doy una opinión sobre por qué no informan sobre la ampliación de los plazos para juzgar a García Luna, dando largas y largas”.

En cuanto a la reforma judicial en sí, López Obrador defiende su propuesta como un antídoto contra la corrupción y el influyentismo en el Poder Judicial. Propone, entre otras cosas, reducir el número de ministros de la Suprema Corte y eliminar las pensiones vitalicias, en un esfuerzo por acercar la justicia al pueblo. Porque, ¿quién mejor para esa tarea que el ciudadano de a pie?

Las reacciones no se han hecho esperar y es probable que este intercambio de opiniones siga generando titulares. Mientras tanto, la DEA puede estar tranquila sabiendo que su voz ha sido escuchada, aunque con un ligero ajuste de volumen por parte de AMLO, quien les pide “prudencia” y “respeto”. Después de todo, como él dice, es mejor mantener las cosas en buen plan, como entre amigos.

De este modo, en este intercambio cordial de opiniones, se continúa escribiendo un capítulo más en la relación entre México y Estados Unidos, donde las opiniones se reciben con cortesía, pero cada nación sigue gestionando sus propios asuntos de manera independiente.