A pesar de los esfuerzos legales del PRD, la posibilidad de mantener su registro parece remota y de confirmarse la pérdida, el PRD podría transformarse en una nueva organización ciudadana
El Partido de la Revolución Democrática (PRD), con 36 años de historia, se encuentra en una situación crítica que podría llevar a la pérdida de su registro como fuerza política nacional. El Instituto Nacional Electoral (INE) notificó al PRD el inicio de un periodo de prevención, ya que no alcanzó el umbral del 3% de los votos en las elecciones federales del 2 de junio, obteniendo solo el 2.43% según los cómputos distritales.
Este periodo de prevención implica que el partido estará bajo administración financiera de un interventor designado por sorteo. Esta medida temporal tiene como objetivo garantizar el pago de nóminas, impuestos y servicios mínimos mientras el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revisa las impugnaciones y valida los resultados definitivos. Durante este periodo, el PRD no podrá celebrar nuevos contratos ni realizar compromisos financieros.
En un contexto de incertidumbre, empleados han comenzado a firmar sus liquidaciones y a retirar sus pertenencias.
A pesar de la adversidad, el PRD ha presentado juicios de inconformidad en las 300 juntas distritales del país, buscando revertir la decisión y mantener su registro. No obstante, la caída sostenida del partido en las preferencias electorales desde su fundación en 1989, con un histórico 25.97% de votos en 2006, hasta el 1.86% en 2024, sugiere un reto significativo.
Si el Tribunal Electoral confirma la pérdida del registro, el PRD se verá obligado a liquidar sus activos y pasivos. Los recursos sobrantes pasarán a la Tesorería Federal. Además, aunque podría mantener su registro como partido local en algunos estados, perderá derechos significativos, incluyendo la representación proporcional en la Cámara de Diputados y el Senado.
El desenlace de esta situación se espera para agosto, antes de que el nuevo Congreso tome posesión el 1 de septiembre. Ante la posibilidad de desaparecer como partido nacional, el PRD ha sugerido una posible «refundación» bajo un nuevo nombre y con un enfoque ciudadano.