La agencia recordó que la “difícil situación fiscal” heredada es por una combinación en el gasto social, mayores costos de endeudamiento y elevadas inversiones por proyectos como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, la Refinería de Dos Bocas, entre otros.
La victoria presidencial de la morenista Claudia Sheinbaum representa «continuidad» en las políticas económicas de México, pero hay riesgos en el manejo del déficit fiscal y en Petróleos Mexicanos (Pemex), advirtió este 3 de junio la agencia calificadora Fitch Ratings.
La agencia aseguró en una nota que los resultados preliminares de la elección del domingo indican “una amplia continuidad” de las políticas del populista presidente Andrés Manuel López Obrador, “con Claudia Sheinbaum ganando la Presidencia”.
Fitch anticipó que el futuro Gobierno Federal que asume el próximo 1 de octubre, hereda una economía “estable, donde el sólido marco de política macroeconómica característico de México sigue siendo positivo para la calificación soberana”.
Sin embargo, contrastó, “el déficit aumentará materialmente este año y la consolidación será un desafío clave para el nuevo Gobierno”.
La calificadora recordó que México presentó su déficit fiscal más alto de las últimas tres décadas en 2024 al superar el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Mencionó que la “difícil situación fiscal” heredada es por una combinación en el gasto social, mayores costos de endeudamiento y elevadas inversiones ante la finalización de proyectos de infraestructura de López Obrador, como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, entre otros.
“Fitch espera que la deuda del Gobierno general aumente hasta el 48,8 % del PIB en 2024 desde el 45,6 %, aunque muy por debajo de la mediana ‘BBB’ del 55 %”, añadió el reporte.
La calificadora también mencionó que, si bien Sheinbaum ha manifestado su voluntad para reducir este déficit, “persiste la incertidumbre sobre cómo se logrará”, mientras “el apetito político por una reforma para mejorar la recaudación de impuestos sigue sin estar claro”.
Además, consideró que el continuo apoyo a la estatal Pemex seguirá siendo un “desafío adicional”, pues su deuda es casi del 6 % del PIB, mientras que el actual Gobierno le ha destinado cerca de 70.000 millones de dólares en los últimos cinco años.
“La administración entrante ha abogado por mantener el importante papel de Pemex en el mercado petrolero del país, lo que implicará transferencias continuas del Gobierno federal en ausencia de mejoras significativas en la eficiencia operativa de la compañía”, detalló.
Un análisis del banco suizo UBS también planteó revisar la estrategia de la petrolera estatal, pues esperó un repunte en sus amortizaciones de deuda para 2026, mayores necesidades de inversión, producción de petróleo en mínimos históricos y el hecho que la refinación sigue siendo deficitaria para la compañía.
“Los cambios estructurales en la empresa son esenciales”, apuntó el reporte de UBS.
En tanto, la directora de Análisis Económico y Financiero de banco Base, Gabriela Siller, también enlistó entre los retos de la próxima primera presidenta de México reducir el déficit fiscal y arreglar el modelo de negocio de Pemex.