Benny Gantz fijó el 8 de junio como fecha para un plan destinado a alcanzar seis «objetivos estratégicos», incluido el fin del gobierno de Hamás

El ministro del gabinete de guerra israelí Benny Gantz amenazó con dimitir a menos que el primer ministro Benjamín Netanyahu establezca un plan de posguerra para la Franja de Gaza.

Gantz fijó el 8 de junio como fecha límite para un plan destinado a alcanzar seis «objetivos estratégicos», incluido el fin del gobierno de Hamás en Gaza y el establecimiento de una administración civil multinacional para el territorio, destaca la cadena británica BBC.

«Si ponen lo nacional sobre lo personal, encontrarán en nosotros socios en la lucha», afirmó. «Pero si eligen el camino de los fanáticos y conducen a toda la nación al abismo, nos veremos obligados a renunciar al gobierno», continuó.

Netanyahu desestimó los comentarios como «palabras vacías» que significarían una «derrota para Israel».

El gabinete de guerra se estableció en los días posteriores a los ataques del 7 de octubre, en los que combatientes de Hamás y otros grupos militantes mataron a unas 1.200 personas y tomaron a otros 252 rehenes después de ingresar a Israel desde Gaza.

Los comentarios de Gantz se producen pocos días después de que otro miembro del gabinete de guerra, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, instara a Netanyahu a declarar públicamente que Israel no tenía planes de asumir el gobierno civil y militar en Gaza.

Gallant dijo que había planteado el tema repetidamente durante meses pero no había recibido respuesta.

El episodio muestra una creciente división en el gabinete de guerra israelí y el gobierno de Netanyahu.

Gantz y Gallant dicen que mantener el control sobre Gaza aumentaría los riesgos de seguridad de Israel, mientras que otros, incluidos miembros de extrema derecha de la coalición de Netanyahu en el gobierno, creen que es necesario cierto control sobre Gaza para derrotar a Hamás.

En un discurso televisado este sábado, Gantz le dijo a Netanyahu que «el pueblo de Israel lo está observando».

«Hay que elegir entre sionismo y cinismo, entre unidad y facciones, entre responsabilidad y anarquía, entre victoria y desastre», afirmó.

Entre los seis objetivos estratégicos que estableció se encuentran el regreso de todos los rehenes israelíes y extranjeros que todavía están retenidos por Hamás en Gaza y el regreso de los civiles palestinos desplazados al norte de Gaza antes del 1 de septiembre.

También dijo que Israel debería seguir buscando la normalización de las relaciones con Arabia Saudita como parte de un «proceso integral para crear una alianza con el mundo libre y Occidente contra Irán y sus aliados».