Como se esperaba, todo fue puro trámite, lo demás fue parte del espectáculo de la 4T para desgastar a los legisladores de oposición, que advierten que recurrirán a la SCJN para que se declare inconstitucional esta iniciativa
Se cumplió la orden del populista Andrés Manuel López Obrador y los serviles senadores de la 4T aprobaron en lo general la reforma para crear el polémico Fondo de Pensiones para el Bienestar que, de inicio, contará con una bolsa de 40,000 millones de pesos para garantizar jubilaciones con el 100 % del último sueldo a los trabajadores.
La aprobación, tras una larga jornada de fuertes discusiones, en donde todo fue teatro por parte de los senadores de Morena y aliados, ya que el trámite estaba hecho pues se necesitaba mayoría que tenía la 4T, se alcanzó con una votación a favor de 70 boletas a favor, 43 en contra y 2 abstenciones.
Este nuevo fondo de pensiones se allegará, de inicio, de los recursos de cuentas inactivas en las Administradoras de fondo para el retiro (Afores) de trabajadores con 70 años en el sector privado y de 75 años en el sector público.
La reforma precisa que no se dispondrá de los recursos de personas que hayan cumplido el requisito de edad, mientras se encuentren de manera activa en la formalidad.
El trámite avanzó como se esperaba, lo demás fue puro teatro de Morena y aliados para desgastar a los legisladores de oposición, que advierten que recurrirán a la SCJN para que se declare inconstitucional esta iniciativa.
En la discusión, la senadora morenista, Lilia Valdez, subrayó que los legisladores «no pueden permitir que haya trabajadores que se jubilen con pensiones de tan solo 3,500 pesos, por lo que sostuvo que es posible crear un país solidario, por lo que es justo retirar las pensiones «a quienes ni siquiera han trabajado para ganarlas».
Por su parte, el senador del Partido Acción Nacional (PAN), Julen Rementería, subrayó que la minuta tiene una discrecionalidad absoluta, pues no plantea una forma de control que establezca reglas para que los trabajadores del país puedan saber lo que pasa con su dinero. Además, afirmó que representa «un robo de los recursos de los trabajadores».
En la misma línea se pronunció el Partido Revolucionario Institucional (PRI), a través de la senadora Beatriz Paredes, quien destacó que los legisladores tienen un interés legítimo en que las pensiones de los trabajadores sean más justas y agregó que este proyecto «se está procesando sin un análisis profundo y sin cuidarlo jurídicamente, por lo que adelantó que habrá una controversia constitucional».
La reforma también prevé la imprescriptibilidad de los ahorros de los trabajadores para que, en su caso, puedan requerir de vuelta sus ahorros para el retiro en caso de haberse transferido de forma automática al nuevo fondo de pensiones.
La propuesta del populista López Obrador implica más fuentes de financiamiento para el mismo Fondo de Pensiones para el Bienestar como adeudos de diversas entidades por más de 88,500 millones de pesos.
La reforma también estima que el nuevo Fondo de Pensiones para el Bienestar contará con un ‘Comité Técnico’ que deberá emitir las reglas de operación sobre la recepción, administración, inversión, entregas y rendimientos de recursos en su bolsa.
El objetivo de esta reforma es otorgar una tasa de reemplazo del 100 % a los trabajadores que entraron a la formalidad a partir de 1997 al momento de jubilarse, con tope de 17,000 pesos mensuales.