Jóvenes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, en Guerrero, consideran que a más de cinco años de la promesa del populista mandatario, de resolver el caso, se ha sumado en ocultar la verdad sobre la desaparición de los 43

El 23 de junio del 2018 el entonces candidato a la presidencia Andr{es Manuel López Obrador en un mitin en Iguala, Guerrero, no sólo prometió resolver en su primer año de gobierno el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y llevar a los responsables ante la justicia. Han pasado más de cinco años de aquella promesa sin cumplir y lo que es peor, el ahora populista mandatario sacar pretextos de las mangas de su camisa y de su saco para no ponerle la soga al cuello a militares involucrados en esta barbarie. Este 6 de marzo, jóvenes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos llegaron hasta Palacio Nacional y echando mano de una camioneta de la CFE, rompieron uno de los portones de acceso en la calle de Moneda, para dejar claro un mensaje: Que la traición se paga tarde o temprano.

Los manifestantes acusan al populista López Obrador de no querer resolver el caso para proteger a militares involucrados, lo que lo convierte en un cómplice de la desaparición de los 43.

Esta mañana los jóvenes normalistas tomaron una camioneta propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la empujaron con la parte trasera apuntando al portón de Palacio Nacional, mismo que fue derribado.

Este negro episodio en el historial de López Obrador ocurría mientras el huésped de Palacio continuaba con su talk show de ese día, y al ser infpormado de lo sucedido de inmediato y sin tardanza informó que esa acción de los normalistas era una «provocación».

“No va a escalar, es que lo que quisieran es que nosotros respondiéramos de manera violenta, pero no somos represores. Se va a arreglar la puerta y no hay ningún problema, pero lo que quieren es provocar”, señaló el mandatrio, quien acusó que los familiares de los notrmalistas están manipulados por gente que quiere afectar su imagen y a su gobierno.

La reacción de los normalistas detriva de la indiferencia de López obrador para resolver el caso, ya que a más de cinco años de aquella promesa qui hizo para ganar el voto de familiares de los jóvenes desaparecidos y sus fa,milias, no hay respúestas de ningún tipo e incluso se señalan que la verdad se sigue ocultando.

Aunque la Comisión de la Verdad creada por él gobierno amlista concluyó en 2022 que la desaparición de los 43 normalistas fue un «crimen de Estado» en el que también participó el Ejército, López Obrador ha evadido promnunciarse sobre el caso y trata de no mencionar a la Secretría de la Defensa Nacional (Sedena) como ente clave en la desaprición ocurrida en septiembre del 2014.

En las últimas semanas jívenes de Ayotzinapa han secuestrado camiones, han vandalizado instalaciones del Gobierno Federal y se mantienen en plantón en el Zócalo para exigir una audiencia con López Obrador, quien ya adviertió que no los recibirá.

«Ya es un movimiento en contra de nosotros, llevan como una semana que fueron a (la Secretaría de) Gobernación y rompieron vidrios, ayer en la Lotería Nacional, es un plan de provocación, o sea, clarísimo y entonces nosotros no vamos a caer en ninguna provocación”, comentó el populista mandatario.

En tanto, los normalistas advierten que seguirán con sus movilizaciones contra un traidor que ha ocultado la verdad y se ha convertido en cómplice.