Habitantes de Chenalhó se manifestaron en la carretera en compañía de sus hijos, portaban mantas con leyendas como “Paz y Justicia”, “Exigimos Justicia, «Cárcel para los asesinos”; denunciaron que López Obrador y Rutilio Escandón han engañado al pueblo

Mientras el populista presidente Andrés Manuel López Obrador pregona que todo es armonía y felicidad en un país que porsupuesto no es México, comunidades indígenas de Chiapas no sólo viven bajo el yugo de grupos del crimen organizado, sino que han tenido que huir por miedo a ser véctimas del narco. En Chiapas, indígenas tzotziles de Chenalhó lanzaron este lunes un grito de ayuda, luego de toda la comunidad quedó en medio de una balacera entre dos grupos criminales, enfrentamiento que se prolongó por casi siste horas, sin que hasta el momento ni el gobierno del gobernador Rutilio Escandón ni el del populistqa Andrés manuel López obrador jhatana hecho algo, ya que han puesto oídos sordos a sus llamados.

Habitantes de esta comunidad indígena se manifestaron en la carretera en compañía de sus hijos, portaban mantas con las frases “Paz y Justicia”, “Exigimos Justicia, «Cárcel para los asesinos”, “Alto a las Violaciones de los Derechos Humanos”, además de “No más desplazamientos” y “No más ataques armados”.

En días recientes, al menos 55 Mujeres y niños indígenas maya tzotziles tuvieron que huir de sus hogares por miedo a ser víctimas del narco, que tiene asolada la región y gran parte de Chiapas, y donde ninguna autoridad ni el propio Ejército ha podido intervenir para llevar la paz a una gran zona indígfena chiapaneca, por lo que ahora claman ayuda para tener paz y justicia en la localidad de Polhó, en municipio de Chenalhó.

“Estamos a unos meses de cumplir dos años de desplazamiento forzado y en este tiempo hemos estado en peligro en dos ocasiones, hemos quedado en medio de los enfrentamientos y vivimos la ejecución de nuestros familiares y nosotros sobrevivimos”, denunció Manuel Gómez Vázquez, representante de los desplazados de Santa Martha, cuestionado por EFE.

Habitantes de la región acusan que la violencia en sus comunidad se ha recrudecido debido a que desde Palacio Nacional han hecho opídos sordos y se han cubierto los ojos para no aceptar que hay una realidad violenta que se vive en México y en las comunidades indígenas principalmente. Denuncian el López Obrador se ha olvidado de sus promesas, las que sólo fueron un bonito discursos pero en la realidad no ha llevado la tranquilidad ni seguridad prometida.

Los Indígengas recordaron la agresión que sufrieron los habitantes de Polhó el pasado 21 de febrero, por parte de un grupo armado, cuando 68 familias víctimas de desplazamiento forzado quedaron atrapadas entre el fuego cruzado y señalan que ese enfrentamiento, que duró más de seis horas bajo fuego intenso, se pudo conocer hasta este lunes 4 de marzo, 13 días después, debido a que durante este tiempo hubo fuertes amenazas a la localidad por parte de grupos del crimen organizado.

Aquel día los disparos comenzaron en la madrugada, mientras dormían los mas de 2.000 habitantes, quienes fueron atacados por sicarios, que se ubicaron en los límites de la comunidad Majomut, para que desde ahí abrir fuego contra de los pobladores.

Así lo relató Diana Ruiz, habitante de Polhó: «Quienes nos dispararon estaban en ese cerro del banco de arena, eran como 100 personas, eran sicarios uno cayó muerto traía identificación de Veracruz, lo confirmó la Fiscalía”.

Las mujeres tzotziles exigieron una atención inmediata por parte del gobierno de López Obrador y del gobernador Rutilio Esvcandón, que solo aparece para entregar obras y hablar bonito del presidente, pero no ha llevado seguridad a donde se necesita.

Asimismo, esta comunidad indígena denuncia que ni AMLO ni Rutiñlio Escandón han cumplido con la atención a la salud, educación, viviendas dignas y seguras, y dijeron de continuar así temen que se repita la masacre de Acteal, donde más de 45 personas perdieron la vida.

La violencia se ha agudizado en Chiapas por el estallido de los conflictos político-sociales de las comunidades indígenas y donde además, el crimen organizado ha comenzado a incursionar en esta zona de los Altos de Chiapas.

Activistas, defensores de derechos humanos y comunidades de las diferentes etnias, denunciaron el clima de «guerra civil» que se vive en Chiapas por los conflictos armados y la presencia de grupos del crimen organizado , lo que ha desencadenado homicidios, desapariciones y desplazamientos forzados, en particular en la Sierra y comunidades indígenas afines al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)