La imagen no deja lugar a dudas (¡OJO CON ESTA FOTO!) y refleja lo que ha de vivir la ciudadanía en una urnas donde puede detenerse el desastre morenista, pero en el que habrá que tragar los sapos que insisten en producir los «partidos tradicionales». El sapo a tragar esta vez es esta ratificación de postulación que Acción Nacional se reserva (y está en su derecho, claro), dejando fuera a cualquier ciudadano que no sea azul pintado de azul.

Y claro que estan en su derecho, como estaba Morena en reservarse para sí mismo la oficialización de la candidatura de Sheinbaum y, muy pronto, la de Clara Brugada… pero deciden abrirla, incluso con un poco de descaro para hacer que haya un evento claramente proselitista en el interregno electoral en el que hemos entrado. Quizás los panistas deberían aprender un poco de eso y evitarían esta imagen en donde Marko Cortés, tan impresentable como los hijos de AMLO, es el que más alto levanta la manita. Sí, si pedí y reconocí que pedí notarías, porque son vulgar lanita, como parte de los compromisos democráticos que hice con el PRI, pues aquí estoy tan visible como el acuerdo mismo. «Traguen ese sapo», parece decir esa carita alegre, «tráguenselo si quieren salvar la ciudad y que Morena no se lleve todo».

Y a un costado, sin tomarse el esfuerzo de enderesar el codo, con una levantada de mano a medias, así mismo como hacía don Adolfo Hitler mientras los demás extendían el brazo a tope, el verdadero protagonista de todo eso tiene mirada profunda y cara seria. Es Jorgito Romero el que parece meditar mientras los demás festejan, «Igual perdemos la Ciudad… pero, bueno, ya gané el Partido otra vez».

Por allí alguien preguntó en redes, «¿y porque al menos no dejaron un link para verlo en vivo?». Pues porque no interesa. «¿Por qué criticar su evento VIP, en la política y sobre todo en lo electoral también hay niveles», tercea un cinicazo al respecto.

Al final del día (y de la elección) dicen los que tienen el poder en el partido azul, allí están los sapos, allí está Morena y allí están las urnas. Cada quien sabrá…

Y sí, el muchacho bueno, Taboada, ese mismo del que seguramente cualquier mamá capitalina estaría orgullosa, queda como alternativa a Morena, rodeado de sapos que habrá que tragar en su caso.