Activistas lanzaron piedras y quemaron un sofá del vestíbulo de la dependencia al no cumplirse una reunión con la directora del e Censida, Alethse de la Torre Rosas

Activistas que viven con VIH se manifestaron de forma violenta y quemaron varios objetos en la entrada de la Secretaría de Salud, donde está el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el sida (Censida), ante la falta de apoyo de las autoridades y del Gobierno Federal para entregar los medicamentos que prometieron entregar y que no se ha cumplido.

La protesta se llevó a cabo en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, donde los inconformes convocados por la organización VIHve Libre, que ofrece apoyo comunitario a personas con el virus, acudieron para denunciar el desabasto de sus medicamentos.

Los quejosos que levantaron el nivel de su protesta, lanzaron piedras contra el edificio, ubicado en la colonia Polanco, en la alcaldía Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, donde realizaron pintas de los cristales del inmueble con proclamas como “El VIH no es un crimen” o “Mi vida no es un puto juego”.

A la concentración se sumaron representantes de Infancias VIHsibles, una asociación que brinda soporte a niños con el virus y que trabaja para darles visibilidad.

LLAMAS

Varios manifestantes prendieron fuego a tres sofás en el vestíbulo de la dependencia debido a que, según fuentes de los convocantes de la protesta, no consiguieron hablar con la directora de Censida, Alethse de la Torre Rosas, pese a que había un compromiso de que hablarían con ella.

Acudieron agentes de la Policía para tratar de controlar la situación, en tanto que arribó también un equipos de bomberos para apagar las llamas que amenazaban con afectar el techo del primer piso de la dependencia.

«El objetivo de la concentración es visibilizar toda la negligencia y todo lo que no está haciendo Censida», explicó el director de VIHve Libre, Alaín Pinzón, en declaraciones a EFE.

El activista calificó a los funcionarios de la Secretaría de Salud de «servidores públicos negligentes» que no están «haciendo nada» para abordar el VIH y el sida en México.

Entre otras, Pinzón denunció «la falta de prevención a nivel nacional» y que «el programa de PrEP (profilaxis pre-exposición) está totalmente en pañales en muchos estados», además del «desabasto de medicamento antirretroviral», una problemática que ha existido «siempre», pero que se agudizó a partir de 2019.

El activista advirtió que esto «se debe a que (el gobierno) compra medicamento, pero no lo distribuye», pues «no hay una cadena de suministro completa».

«Lo que se puede arreglar con un medicamento todos los días a la misma hora se tiene que arreglar, en muchas ocasiones, con una hospitalización», lamentó.

SUPERFARMACIA

Por otra parte, Pinzón calificó de «parche» la propuesta de una superfarmacia del populista presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que espera tener todos los medicamentos de la sanidad pública.

«¿Por qué hacer una superfarmacia y no llevar medicamento a las farmacias que ya existen? ¿Por qué en Ciudad de México?», se preguntó, pues hay otras zonas del país donde también hay un «desabasto importante», dijo.

A su vez, la fundadora de Infancias VIHsibles, Sara Zepeda, explicó a los medios que, «43 años después, se sigue creyendo que el VIH se concentra en las poblaciones de riesgo», cuando es un virus que puede afectar «a toda persona que ejerza su vida sexual».

Reclamó al Gobierno federal que se ofrezca a las personas embarazadas una prueba de detección del VIH o que se practique este test periódicamente a los niñas y niños, entre otras medidas para convertir la lucha contra el virus en una «prioridad».

Finalmente, Pinzón sostuvo que el «mayor reto» que tiene México por delante «es que las autoridades se pongan a trabajar y que nos vean como personas, no como una cifra».