Bertha María Alcalde, Lenia Batres y María Estela Ríos recibieron aval de idoneidad de la Comisión de Justicia del Senado como elegibles para la vacante; el asunto pasa al Pleno

Las tres candidatas propuestas por el populista presidente Andrés Manuel López Obrador, para ocupar una de las vacantes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tras la renuncia del polémico ministra Arturo Zaldívar, comparecieron el lunes ante la Comisión de Justicia del Senado, donde quedó claro que tienen una total simpatía por el mandatario y la Cuarta Transformación, quedando lejos la autonomía que se requiere como uno de los requisitos para el cargo.

Luego de la renuncia del ministro Arturo Zaldívar a comienzos de este mes de noviembre, el populista mandatario propuso a tres mujeres que son fieles a la política morenista: Bertha María Alcalde, hermana de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde; a Lenia Batres, hermana del jefe de Gobierno de Ciudad de México, Martí Batres, y María Estela Ríos, actual consejera jurídica de la Presidencia.

Tras su comparecencia, la Comisión de Justicia del Senado aprobó la idoneidad de las aspirantes con 12 votos a favor, cinco en contra y una abstención, por lo que el asunto pasó al Pleno de la Cámara Alta.

Las tres «cumplen con los requisitos constitucionales y legales para el cargo de ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación», apuntó el Senado en un comunicado y agregó que «las tres candidatas son elegibles para cubrir la vacante que dejó Zaldívar».

POLÉMICA

La polémica cae sobre las tres ya que, según los Senadores de oposición las tres son afines a López Obrador.

En su presentación las tres abogadas que simpatizan con la 4T expusieron sus motivos para ocupar el cargo vacante en la Corte Suprema.

«Deseo formar parte del máximo tribunal de justicia de nuestro país, para poder contribuir a hacer realidad los anhelos de justicia de un pueblo que aspira y exige fortalecerla», señaló Alcalde Luján y enfatizó que de ser elegida ministra se desempeñará con respeto la Constitución, «con independencia de criterio y robustecerá el Estado de Derecho».

Reconoció que tiene coincidencias en los principios y valores con el actual gobierno. Sin embargo, afirmó que «su independencia y autonomía están garantizadas».

Por su parte, Batres refirió que actualmente el poder que mayor amenaza representa para la independencia, imparcialidad y objetividad de los poderes judiciales, no es el gobierno, ni las y los legisladores, sino el poder del mercado, «que ha llegado a subordinar a los poderes constituidos hasta convertirlos en agencias de transmisión de sus necesidades».

PROMESAS

Dijo que firmó que «de aprobarse su nombramiento, su actuar se guiaría por principios democráticos y de derechos humanos» asentados en la Constitución, de origen popular y republicano, porque «las constituciones y las leyes son útiles cuando resguardan los derechos de las personas, sobre todo de aquellas que han sido excluidas del ejercicio de la dignidad».

Por su parte, Ríos dijo que se comprometió «a dejar de lado cualquier pasión o interés personal que pudiera nublar mi razón. Servir a mi país desde la Corte será para mí, como mexicana, mujer y abogada, la oportunidad de contribuir a la consolidación de un Sistema Judicial que haga efectivo, para todos los habitantes de este país, sin distinción alguna, el derecho humano a vivir dignamente y con justicia».

Asimismo, dijo entiende que el Poder Judicial de la Federación y los poderes Legislativos y Ejecutivo «deben mantener una relación equilibrada entre sí. Ese es el sentido de la división de poderes, establecer una serie de contrapesos para que ningún poder se imponga sobre el otro».

Con esta terna, el populista López Obrador habrá nominado en su mandato un récord de cinco de los 11 integrantes de la Corte, aunque dos de ellos, Juan Luis González Alcántara y Margarita Ríos Farjat han marcado su independencia, mientras que Yasmín Esquivel, que tiene un lío grande acusada de plagio de tesis, y Loretta Ortiz han votado de forma consistente a favor de los proyectos de la 4T, aunque éstos violen la Constitución.

La vacante causa polémica porque surgió tras la renuncia del ahora exministro y expresidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, quien debía concluir su cargo en diciembre de 2024, pero renunció a inicios de noviembre, dejhó tirado el trabajo con vario asuntos pendientes, lo que habla de su irresponsabilidad como ministro, y apuró para integrarse a la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum.