En medio de la tragedia por el impacto del huracán “Otis”, de la que se desconoce aún la verdadera dimensión de l daño, el populista mandatario se aventura a prometer algo cuando la respuesta de su gobierno ha sido lenta, tardía y en total desorden

Con tal de no perder los votos que se le están escapando de las manos por la incapacidad de su gobierno para auxiliar a los habitantes de Acapulco y municipios azotados por la furia del huracán “Otis”, el populista presidente, Andrés Manuel López Obrador está llegando a niveles de locura, fuera de proporción, al grado de que prometió este martes en su talk show de Palacio Nacional, que pondrá de pie a Acapulco para Navidad, es decir en menos de 60 días, luego de que el letargo con el que está actuando su administración ha tardado más de siete días en llevar ayuda y en una total desorganización.

El maestro del discurso, el que promete y no demuestra en los hechos sus palabras y que actúa de manera unilateral dijo casi una semana después del impacto del meteoro que se ayudará a los guerrerenses afectados.

La ayuda solidaria de los mexicanos no ha faltado como es característico en este tipo de emergencias, también ha llegado la ayuda internacional, pero  pesar de que esto está llegando a Acapulco, el desorden para la entrega es notorio, ya que no hay una persona que coordine las operaciones, lo que hace que tanto el Ejército como la Marina trabajen a ciegas, al ahí se va y no dejan que organizaciones civiles ni la Cruz Roja actúen y lleven la ayuda a donde nadie se ha acercado, a las comunidades más pobres y que la 4T tiene en el olvido.

SU SUEÑO

«Ahora viene todo el apoyo en recursos para las familias, lo que se les va a entregar como apoyo a damnificados y todas las medidas para comenzar la rehabilitación, el poner de pie a Acapulco, lo vamos a logar pronto, muy pronto, porque se está avanzando bastante», dijo el populista mandatario quien ni él creyó en sus palabras, ya que mientras lanzaba su discurso en Acapulco cientos de acapulqueños seguían buscando comida en supermercados o almacenes que ya fueron saqueados.

«No va a llevar mucho tiempo, tengo el sueño y el ideal que vamos a convertir en realidad entre todos, como se está haciendo, que ya en la Navidad las familias van a estar muy contentas en Acapulco, van a estar, como lo merecen, muy felices, ese es el compromiso, no va a haber amarga Navidad”, señaló en mandatario quien por lo menos aclaró que levantar a Acapulco de la tragedia en la que se encuentra par Navidad es solo un sueño,

Luego de casi una semana del azote de Otis, que tocó tierra el pasado miércoles en categoría 5, sigue la búsqueda de desaparecidos y el recuento de las afectaciones que causó el ciclón, en varias partes de Guerrero, aunque la atención está centrada en Acapulco, por ser el centro turístico y núcleo de la economía del estado.

LA GRAN AUSENTE

La gobernadora Evelyn Salgado, quien no se ha aparecido para decir a los guerrerenses que les ha fallado, pues solo le rinde cuentas al patrón de Palacio Nacional como si él fuera el afectado por esta tragedia, se ha limitado a informar vía telefónica al populista mandatario o en sus redes sociales, sobre reportes muy superficiales sobre la catástrofe e incluso ha recurrido a echar porras para el presidente cuando en estos momentos se requiere de la ayuda para sacar a Guerrero y a Acapulco del sitio apocalíptico en el que se encuentra.

La hija del senador Félix Salgado Macedonio reportó con sus propios datos que el número de personas desaparecidas es de 58, mientras que el de los muertos no es mayor a los 46 que el gobierno de la 4T se aferra en que no hay más.

Los guerrerenses han criticado la tardía reacción de los gobiernos municipal, estatal y el federal por su lenta respuesta y también cuestionan por qué la gobernadora apareció dos días después del impacto de “Otis”, muchos advierten que de seguro estaba de fiesta fuera del estado, por eso no apareció y sigue sin darle la cara a los damnificados.

Aún no se ha hecho una evaluación real de la destrucción que causó el huracán y López obrador ya prometió que este miércoles se reunirá con su equipo de su gobierno para ver un primer plan de recuperación y un informe con la cuantificación de daños.

«Ya mañana, como lo expuse, se van a dar a conocer ya las medidas que se están aplicando en una fase inicial, es restablecer los servicios básicos, garantizar la seguridad, apoyar con alimentación, con agua», factores que son importantes, pero que la tardía respuesta de la 4T obligó a que miles de acapulqueños tuvieran que recurrir al saqueo, al robo y los asaltos para tratar de llevar algo a sus familias, aunque también hubo quien se aprovechó de la situación y falta de garantías del gobierno para brindar la seguridad desde el primer momento y no al quinto día de la tragedia.