El impacto del huracán «Otis», que paso de ser una tormenta tropical a huracán categoría 5 en menos de 10 horas sorprendió a las autoridades de los gobiernos federal y estatal que no pusieron a tiempo sobre aviso a los habitantes de Guerrero ni a sus visitantes, por lo que el daño no ha sido cuantificado y tampoco hay certeza sobre el número real de víctimas, ya que sólo se sabe de 27 muertes y 4 desaparecidos en el Puerto de Acapulco, pero se desconocen información de afectaciones en comunidades rurales de los municipios más pobres de la entidad y que siguen incomunicadas por desalves, bloqueos carreteros y por la interrupción de señales de telefonía fija y celular. Como siempre ocurre en este tipo de tragedias los actos de rapiña no faltaron.