Aunque durante años se recopiló información sobre sus actos ilícitos y desvío de fondos al evidenciarse su vida de excesos y de su familia con millonarias propiedades como mansiones, yates y autos de lujo, la 4T no quiso proceder en su contra

El exlíder del poderoso sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), Carlos Romero Deschamps, quien por 26 años dirigió al gremio de trabajadores de la paraestatal más endeudada del mundo y a quien con denuncias de corrupción obligaron a renunciar a ese puesto, murió la madrugada de este viernes a los 79 años.

Romero Deschamps, originario de Tampico, fue líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde 1993 hasta 2019, cuando renunció en medio de denuncias de corrupción y desfalco por recomendación del populista presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien no lo persiguió ni investigó como ha hecho con opositores a su régimen, a pesar de las acusaciones en su contra, por lo que la 4T no quiso proceder en su contra y lo dejó llevar una vida tranquila y sin presiones.

El exdirigente del sindicato petrolero falleció sin enfrentar a la justicia, aunque durante años se recabó información sobre sus actos corruptos y desvío de fondos al encontrársele a él y a su familia evidencias de su vida de excesos con millonarias como mansiones, yates y autos de lujo.

VENDEDOR AMBULANTE

Tras pasar sus primeros años de juventud como vendedor ambulante, su primer acercamiento con Pemex fue como trabajador de la refinería de Salamanca, en Guanajuato, invitado por uno de sus primos, quien era ingeniero y secretario del sindicato en la región.

Al obtener su plaza fija en Pemex trabajó como chofer y poco después estrechó lazos con otro gran líder petrolero, Joaquín Hernández «La Quina», mientras él mismo se hacía un nombre dentro de la organización sindical.

En 1979 se casó y tuvo tres hijos, mientras su influencia dentro del sindicato crecía y, apoyado por la cúpula, asumía el control del sindicato de Azcapotzalco, uno de los que aglutinaba más agremiados.

Auspiciado por la Quina, Romero Deschamps creció dentro del sindicato, donde trabajó durante años al lado de este histórico sindicalista, también manchado por la corrupción.

Hasta que, según historiadores, Romero Deschamps traicionó a su maestro para ocupar su lugar al frente del STPRM, uno de los más grandes del país con cerca de 100.000 miembros en activos y casi la mitad de afiliados jubilados.

Desde entonces, y durante más de 25 años, se reeligió de forma consecutiva para mantenerse en el poder.

ESCÁNDALOS

Uno de los escándalos más cercanos a Romero Deschamps fue el del «Pemexgate», como se le llama al episodio de desvío de fondos millonarios del sindicato a la campaña del candidato presidencial del PRI en 2000, Francisco Labastida, aunque el petrolero salió indemne.

Su supervivencia al frente del sindicato, a pesar del destape de su riqueza y los cuestionamientos de los medios de comunicación, se debió a su cercanía con los políticos poderosos y al fuero que gozó en varios periodos como diputado y senador del PRI.

En 2013, la detención de la poderosa líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y amiga muy cercana, Elba Esther Gordillo, parecía presagiar la caída de Romero Deschamps.

Sin embargo sobrevivió otro sexenio, el del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), cuya campaña presidencial habría sido financiada con un gran desvío de recursos del sindicato petrolero, según investigaciones que sacaron a la luz medios de comunicación.

SIN PROCESARLO

Su suerte cambió con la llegada del populista López Obrador a la Presidencia, porque el cerco se estrechó contra el líder petrolero, quien ya no disponía de escaño en el Senado que le garantizaría inmunidad.

López Obrador reveló en marzo de 2021 que había dos denuncias contra Romero Deschamps en la Fiscalía General de la República (FGR), pero nunca se concretaron las investigaciones.

Además, pese a abandonar su cargo sindicalista se mantuvo como empleado de Pemex hasta el 16 de marzo de 2021 con un salario de más de 1,2 millones de pesos anuales, entre sueldo neto y compensaciones.

Y aunque el sindicato petrolero eligió un nuevo líder a inicios de 2022, Ricardo Aldana, se consideraba cercano a Romero Deschamps por haber sido tesorero de la organización bajo su liderazgo, lo que permitió a Romero Deschamps seguir cobrando como si no hubiera una investigación en su contra.

López Obrador no quiso que se procesara al exlíder sindical de Pemex y mostró indiferencia sin dar la orden de que se iniciará una investigación y se procesara, tal y como ha hecho con opositores a su régimen a los que persigue y presiona sin tener denuncias de corrupción tan claras como fue con Romero Deschamps, del que incluso se dice que le brindó protección.