López Obrador no ha revelado cifras de cómo ha ayudado su gobierno populista en dar trabajo, asistencia de salud, estancia y escuela a familias migrantes que se encuentran en el país

Primero les abrieron las puertas de la frontera sur para entrar a México, donde se les prometió trabajo, servicios de salud, escuelas para sus hijos y el apoyo gubernamental, pero desde que creció el éxodo migratorio e finales de 2020, con un aplacamiento de la Covid-19, el desbordamiento de la ola migratoria no solo tiene en jaque al gobierno del populista Andrés Manuel López Obrador, que no solo no ha cumplido su promesa, sino que niega que exista un desbordamiento y crisis y se ha puesto al servicio de Estados Unidos para expulsar a miles de migrantes por día.

López Obrador negó este lunes que haya un «desbordamiento» del flujo migratorio en el país a pesar de las evidencias de que sigue llegado gente de diferentes países y con albergues rebasado donde no hay ya un espacio para atenderlos y cuyo objetivo es llegar a Estados Unidos y no a quedarse en México, como ha llegado a presumir el populista mandatario.

“Nosotros lo que procuramos es ayudar a los migrantes y no hay desbordamiento a pesar de que ha crecido el flujo migratorio, ahí vamos ordenando las cosas porque trabajamos todos los días”, refirió el mandatario durante su rueda de prensa matutina.

López Obrador reconoció que últimamente ha habido un incremento migratorio, “primero bajó y ahora está subiendo”, lo que ha sido desmentido por los reportes de las autoridades de los estados del país por donde cruzan los migrantes, que ven un éxodo creciente que no ha disminuido y sigue al alza.

López Obrador, quien siempre busca minimizar los problemas que tienen contra la pared a su gobierno aprovechó para decir que la crisis migrantes está bajo control, lo que a todas luces no es cierto, por lo que recordó que el próximo domingo tendrá un encuentro con mandatarios de 11 países de la región en Palenque, Chiapas, donde abordarán este problema.

REUNIÓN

“Estoy invitando a presidentes de países vecinos para analizar el problema y presentar un plan conjunto, con el propósito de bajar el flujo migratorio y ayudar nosotros, ayudarnos mutuamente para que no tengamos desgracias, para que no pierdan la vida los migrantes, para que no sufran”, afirmó.

“En Estados Unidos politizan el asunto migratorio y, tanto un partido como otro, fundamentalmente los del partido Republicano, utilizan de bandera lo de la migración y se pronuncian en contra de los migrantes y le echan la culpa al presidente (Joe) Biden”, criticó.

Asimismo, apuntó que están atendiendo las situaciones que causan la migración, como la pobreza y la inseguridad, situaciones que, a decir de él, no ocurrían en gobiernos anteriores, lo que faltó decir al mandatario es que anteriormente la inseguridad, pobreza y falta de ayuda de gobiernos represores y populistas como Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, entre otros de la región, no enfrentaban persecuciones ni se les dejaba a la buena de Dios como se ha incrementado.

DE PASO

El mandatario argumentó que México solo es un país de paso para los migrantes de los países de Centroamérica y aseguró que se les está apoyando para evitar que padezcan violencia, aunque ésta suele ser de forma inicial por las Fuerzas de seguridad locales o del propio Ejército y la Guardia Nacional.

“Hay incidentes, pero no pasa a mayores, estamos pendientes. Por eso queremos resolver el problema atendiendo las causas, lo que más nos preocupa son los accidentes en carreteras y lo estamos atendiendo”, explicó.

Sobre la reunión del domingo, dijo que aún no tiene la lista de los mandatarios que han confirmado su asistencia a la reunión para elaborar una propuesta migratoria conjunta que López Obrador presentará a Biden en una reunión en noviembre.

México y Centroamérica afrontan un flujo migratorio «sin precedentes» hacia Norteamérica, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 10.000 migrantes que llegan a diario a la frontera con Estados Unidos.