Un texto del presbítero Osbaldo Carrazco Sáenz

Desde que Yox llegó a nuestras vidas me han hecho muchas veces esta pregunta. Para los que somos creyentes y estamos en la lucha diaria de vivir coherentemente nuestra fe, es una pregunta muy válida e importante, pues queremos también con el uso y manejo de nuestros bienes materiales, dar gloria a Dios.

Hace un par de días leía una discusión de dos personas en redes sociales y una acusaba a la otra de ser poco cristiana porque le gustaba la bebida. Sé que ya pensando en la posibilidad de que apostar y tomar bebidas alcohólicas sean pecado, casi todos los que estén leyendo estas líneas, empezarán a pensar en lo bien que les ha ido con Yox, Upick y en lo bueno que nuestro Híjole es.

Bien, pues entramos en el tema, habrá alguna denominación cristiana que diga que efectivamente es pecado. La Biblia no lo dice de forma específica, así que esa conclusión será siempre una interpretación. Hay quien ha querido decir incluso, que Jesús y los apóstoles no tomaban vino, sino una especie de jugo de uva, pero esa interpretación es tremendamente equivocada, pues culturalmente lo que se bebía era vino.

Hay a quien le choca que el primer milagro sea precisamente la conversión del agua en vino (y hay quien se lamenta de que la humanidad sea tan ciega que haya asesinado al que podía realizar esa proeza). Es verdad que los soldados romanos se echaron a suerte la túnica de Jesús, después de crucificarlo (Jn 19, 24), pero también lo es que los apóstoles echaron suertes para elegir al que habría de ocupar el lugar de Judas en el grupo de los 12, tocándole a San Matías ese lugar (Hch 1, 26).

¿Pero entonces emborracharse no es malo? ¿Las apuestas son siempre buenas? He querido hablar de estos dos temas de forma simultánea, porque creo que así se entiende mejor (y porque me gusta el tequila Híjole).

El catecismo de la Iglesia Católica lo explica muy bien en el número 2413: “Los juegos de azar (de cartas, etc.) o las apuestas no son en sí mismos contrarios a la justicia. No obstante, resultan moralmente inaceptables cuando privan a la persona de lo que le es necesario para atender a sus necesidades o las de los demás. La pasión del juego corre peligro de convertirse en una grave servidumbre. Apostar injustamente o hacer trampas en los juegos constituye una materia grave, a no ser que el daño infligido sea tan leve que quien lo padece no pueda razonablemente considerarlo significativo”.

Es decir, que todo aquello que hagamos de forma desordenada, puede llevarnos a hacernos daño y a ofender a Dios. El alcohol es pecado cuando se convierte en un vicio que te domina, que te daña y también daña a las personas a tu alrededor. Apostar es malo cuando se pone en riesgo el sustento y la seguridad de la familia, cuando se ha convertido en un vicio tan grande que ha roto la voluntad. Cuando una cosa así nos quita nuestra libertad y son ellas las que dominan y dirigen nuestras vidas, entonces, estamos frente a un vicio y eso hay que evitarlo.

Es por eso que Yox es una buena opción, pues no te pone en riesgo, ni a tu voluntad, ni al sano sustento familiar. Las apuestas se hacen de forma legal y justa, lo cual permite que todos crezcamos y con gusto podamos levantar nuestro caballito de Híjole y decir salud (pero siempre con medida y nunca cuando vas a manejar).

Espero que este artículo sea de ayuda y que este artículo ayude a algún indeciso a entrar a ser parte de los clientes que mes con mes se ven beneficiados por Yox. Dios te bendiga.