“Es una costumbre natural en nuestro país a quien se le demuestra que se le quiere mucho, a quien se le respeta, a quien consideramos una autoridad y para mí eso es nuestro presidente y lo volvería a hacer”, dijo la alcaldesa Mariela Gutiérrez Escalante se robó el show

La visita al municipio de Tecámac, en el Estado de México del populista mandatario Andrés Manuel López Obrador no solo vivió otra jornada de acarreo morenista para dar la bienvenida al “mesías” de la 4T, donde no faltaron los aplausos y cantos de apoyo, sino que para rematar el show, la alcaldesa, Mariela Gutiérrez Escalante no trató de llamar la atención del presidente, sino que para robarse el espectáculo le beso la mano cual si estuviera frente al Santo Padre, lo que ha desatado críticas que, obviamente el mandatario rechaza por considerar que ese gesto se merece y más.

El suceso se registró durante una gira de trabajo de la gobernadora Delfina Gómez, quien ante la ausencia de Claudia Sheinbaum como funcionaria pública, ahora la mandataria mexiquense se ha convertido en la favorita del huésped de Palacio Nacional, a quien en menos de dos semanas desde que asumió el cargo, le ha hecho cuatro visitas.

En esta gira de proselitismo, ya que se hicieron referencia logros y avances en obras de la 4T, así como la entrega de apoyos del programa del Bienestar, quien se robó el espectáculo fue la presidente municipal, quien no sabía cómo demostrar que se desvive por AMLO, por lo que sin pensarlo, o tal vez si lo tenía ya ensayado, al tener al presidente frente a ella, como si fuera el Papa, después de un abrazo y beso en la mejilla por parte del mandatario, Mariela Guti{errez hizo una leve reverencia, tomó la mano de López Obrador y le dio un beso en la diestra, para de inmedfiato incorporarse y despedirse con una leve sonrisa que paso inadvertida por el populista, mientras la alcaldesa se retiraba a su lugar reflexionando de si ese gesto fue suficiente y si el Jefe de Estado lo tomaría en cuenta.

«Es una costumbre natural en nuestro país a quien se le demuestra que se le quiere mucho, a quien se le respeta, a quien consideramos una autoridad y para mí eso es nuestro presidente y lo volvería a hacer”, dijo a través de un video la alcaldesa, para justificar su proceder, y donde quedó en el aire si esas costumbres aún se acostumbran realmente o si fue una demostración personal.

Este suceso que ha levantado críticas, mismas que López Obrador trata de no darles importancia, ya que considera que ese beso en la mano él lo merece y mucho más como “mesías” de la 4T.