Cuando en marzo de hace dos años el general Glen VanHerkljefe del Comando Norte de los Estados Unidosreveló el control de entre 30 a 35 por ciento del  control territorial de los delincuentes en la República Mexicana jamás obtuvo una respuesta. Logró desdén y menosprecio,  pero nunca hubo quien se sentara a analizar ni sus fuentes ni el rigor de sus apreciaciones. Al menos no con reconocimiento público del abordaje de tan peligroso tema.

El avestruz de la soberanía metió de nuevo la cabeza en el agujero del patriotismo.

“(apro). – El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no es verdad que los grupos del crimen organizado controlen entre el 30 y el 35% del territorio mexicano, tal como lo aseguró el general Glen VanHerkl, jefe del Comando Norte de Estados Unidos.

“No es cierto lo que se sostiene, pero respetamos las opiniones de todos. Vamos a tener buenas relaciones con el gobierno de EU. No nos vamos a pelear y el respeto al derecho ajeno es la paz”. Tan, tan.

Desde entonces miles de mexicanos más han muerto víctimas de una incontenible violencia cuya cifra será el epitafio sobre la losa de un gobierno transformador, cuando se acabe en el año 2024. Y es cierto lo de la transformación, muchos vivos se transformaron en muertos.

VanHerkl había dicho antes:

“…Diré que es un síntoma de un problema más amplio (refiriéndose al tema de los migrantes)… no voy a involucrarme en política ni en llamar crisis o no a la situación, lo cierto es que necesitamos una frontera segura y saber quiénes vienen… Todos estos son indicadores y razones de por qué la gente deja Centroamérica, Sudamérica y México para venir a nuestra nación. Y se refería a la situación de desastres naturales, el Covid-19 y la inestabilidad emanada del crimen organizado.

Cuando digo síntoma -dijo el general- narcotráfico, migración, tráfico humanotodos son síntomas de las organizacionescriminales trasnacionales, que operan con regularidad en áreas sin gobierno, del 30 a 35% de México, y es lo que está creando alguna de las cosas que enfrentamos en la frontera”.

Hace mucho tiempo (Proceso), Janet Napolitano, ex secretaria de Seguridad interior en el gobierno de Obama, habló del “Estado fallido” (pre 4-T) en México, lo que provocó reacciones furiosas desde nuestro país.

“–No recuerdo desde ese entonces (dijo el corresponsal) que se hablara de control del crimen organizado en México, vaya, de 30-35 por ciento, y eso que no quiso hablar de política, que si lo hubiera hecho habría señalado otros puntos que conoce. Recordemos que el comando Norte está a cargo de la estrategia militar en EU desde la región de Las Bahamas hasta donde termina el hemisferio norte de este continente”.

Quizás ayer, antes de acudir al servicio religioso dominical, el señor VanHerkl haya leído, entre sonrisas nerviosas, esta información:

“…Presuntos miembros del Cártel de Sinaloa tomaron las calles de San Gregorio Chamic, Chiapas, en México, frente a la frontera con Guatemala. En un video que circula en redes sociales, se puede apreciar a un convoy de al menos 20 camionetas, ocupadas por hombres fuertemente armados, desfilando ante la mirada de los habitantes locales, de acuerdo con información de Reforma.

“El desfile estuvo acompañado de gritos y aplausos de los espectadores, que coreaban «¡Puro Sinaloa!» mientras los vehículos pasaban. Este evento ha llamado la atención de la opinión pública y las autoridades, resaltando la preocupante presencia de grupos criminales en algunas zonas del país y su influencia en las comunidades locales. Las imágenes capturadas en este desfile son un recordatorio de los desafíos que enfrenta México en materia de seguridad y lucha contra el crimen organizado”.

Y eso sin contar la publicación de Science (cualquier cosa menos un pasquín inmundo) en cuanto a la capacidad de empleo del crimen organizado en México.

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Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona