Ricardo Sheffield, quien aspira a la gubernatura de Guanajuato, no quiere ser bajado de la contienda y en Palacio Nacional aseguró que no hay tales extorsiones contra empresarios y jornaleros del cítrico y que son especulaciones para encarecer el producto

Con sus propios datos y siguiendo la línea y retórica de su patrón, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Ricardo Sheffield, minimizó la violencia que viven los habitantes y en especial los trabajadores del limón en Apatzingán, en Michoacán, y dijo que son mentira las amenazas y extorsiones de grupos criminales como Los Viagras y Los Caballeros Templarios y que las denuncias presentadas son solo para incrementar el precio del cítrico.

Al tomar la palabra desde el púlpito de Palacio Nacional, Ricardo Sheffield, por orden del populista presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que sacarse de la manga un reporte en el que no hablaría del alza o disminución de algunos productos de la canasta básica, sino de que en Michoacán todo es felicidad, no hay presencia de grupos criminales y que las extorsiones contra empresarios y cortadores del limón en Apatzingán son mentitas, a pesar que desde hace tres meses existen denuncias por presiones del narco, las que aumentaron hace dos semanas.

El titular de la Procuraduría del Consumidor y una de las apuestas de Morena para buscar la gubernatura de Guanajuato en 2024, no quiere ser reprendido por el patrón y bajarlo de su aspiración política como lo hizo con el director del IMSS, Zoé Robledo, y sin más, se lanzó de lleno para minimizar la violencia que se vive en Michoacán y acusó que las extorsiones por parte de grupos del crimen organizado son mentiras, que no hay tales amenazas ni cobros de piso, ya que, según él y la orden que le dictó el populista mandatario, se busca especular para aumentar el precio del cítrico.

Ricardo Sheffield insistió en que los costos en el precio del limón se basan conforme a la demanda estacional y ahorra, con la cercanía de las fiestas patrias, como ocurre cada año, quieren aumentar el precio.

LA INSTRUCCIÓN

El funcionario no citó en ningún momento la violencia que va al alza en Michoacán, no solo contra empresarios del ramo de los cítricos, sino contra dueños de empresas o distribuidoras de otros ramos de los alimentos, como el aguacate, que también se ha convertido en el “oro verde” por el cual el narco pide jugosas cuotas.

Citó el porcentaje en la producción del limón en la entidad en relación con otros estados del país, pero en ningún momento hizo alusión sobre la realidad de las extorsiones que viven empresarios y trabajadores que están solos y a merced de criminales, ante la incapacidad e indiferencia del gobierno de la 4T para actuar.

El titular de Profeco señaló que en el país la producción del limón la encabeza Veracruz, con el 28.98 por ciento, seguido de Michoacán, con un 26.76%; Colima, con el 10.78%; Oaxaca, el 10.63% y Tamaulipas, con el 2.78.

ANTECEDENTE

El pasado 18 de agosto y previo a amenazas lanzadas por el crimen organizado y protestas lanzadas por trabajadores del cítrico que denunciaron las extorsiones de que son blanco, se registró un ataque a un camión repartidor de limón que trasladaba a cortadores del cítrico, lo que fue acompañado de bloqueos viales por parte de hombres armados que tras detener el camión que trasladaba a los trabajadores por el crucero de Caguingas, los obligaron a descender de la unidad y la incendiaron al lanzarle una bomba.

El pago que exige el narco a los empresarios del limón consiste en pagar un peso por cada kilo vendido a las empacadoras y que se oferta en tres pesos. Así, dos pesos se quedan para los productores y uno para el crimen organizado.

El pasado 27 de agosto y tras la denuncia que hizo el gobierno michoacano contra las amenazas del narco a productores, hombres armados prendieron fuego a tiendas de conveniencia y a varios autos en Uruapan, lo que obligó al cierre de comercios y a que los ciudadanos se refugiaran en sus casas.

Esta acción movilizó para que hicieran presencia fuerzas de seguridad que solo hicieron rondines, pero su objetivo no era el de buscar a los criminales sino solo hacer actos de presencia, lo que fue notorio en las caravanas del personal de la Guardia Civil que acompañaban al ejército en los municipios de Apatzingán y de Buenavista en la Tierra Caliente y en Uruapan.

Esta realidad que se viven en Michoacán y que también ocurre en otros estados del país ha sido minimizada e ignorada por el populista mandatario, pues no acepta la incapacidad de su gobierno para hacer frente al narco, si es que en realidad lo quiere hacer, ya que con su política de “Abrazos, no balazos” parecería que el mensaje es “hagan lo que quieran tienen mi permiso”.