Las quejas de Marcelo Ebrard, dirigidas ¿a quién?; ¿al gran elector de Morena?, ¿a la opinión pública?, ¿a sus seguidores?, ¿a la historia?, no son sino la indignación ante las simulaciones previamente aceptadas –y practicadas–, dentro de un enorme conjunto de falacias.

La primera de ellas es aparentar un proceso de competencia para seleccionar al coordinador de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, lo cual es tan falso como un billete de tres pesos. Es una patraña para saltarse la reglamentación electoral en favor de las precampañas presidenciales iniciadas cuando el dueño del Partido dijo y entre quienes él decidió en el elenco y el programa.

La segunda mentira es participar como si existiera una competencia real – y después indignarse–, cuando todo mundo sabe cuál va a ser el resultado y por qué. O por quién. Para confirmar y legitimar esa supuesta competencia interna sin parejura ni democracia se ha hecho todo ese circo morenista.

Pero no hay circo sin cirqueros. Y entre ellos hay equilibristas, domadores y también payasos. Cada quien escoja.

De acuerdo con el material divulgado por sus propios operadores de medios, ayer al mediodía, “Marcelo Ebrard levantó la voz para hacer una serie de denuncias y consideraciones en torno al proceso interno de Morena.”

Además de todas las irregularidades de esa denuncia, la más importante de todas sus consideraciones (y la más falsa), es esta:

“Nosotros no pagamos encuestas y esa es la realidad”. Mentira, todos pagan encuestas, pero algunos pagan por los resultados.  No es lo mismo, ni siquiera gramaticalmente. Una encuesta es un servicio y como tal se paga. Lo otro es confundir lo gordo con lo hinchado.

Y sobre eso el comunicado oficial de MEC dice:

“…En todas las encuestas, las independientes y las pagadas (“une autre fois”) , Morena aparece como el partido que encabeza las preferencias. De ahí que, quien resulte ganador o ganadora de esta contienda, seguramente será el próximo presidente o presidenta (sic) de la República”.

–¿No se trata entonces, de la designación de los comités para la defensa de etc., etc? Sigo la cita:

“…Nosotros no pagamos encuestas y esa es la realidad”.

“Marcelo ha insistido en que la 4T tiene avances significativos, pero que su meta es alcanzar otro nivel, luchar por el futuro. No hemos llegado al destino, apenas estamos empezando”.

“La visión de Claudia Sheinbaum es que ya llegamos y que hay que defendernos de donde llegamos… En síntesis: «Queremos el futuro o queremos quedarnos donde estamos”.

“Marcelo Ebrard alzó la voz para denunciar abiertamente lo siguiente:

“Nunca habíamos visto tanto acarreo, tanto pago de encuestas (otra vez) ni tanta campaña negra, les habla alguien que lo caracteriza la sangre fría (¿cómo las ranas?), tengo temple… Lo que estamos viendo ahora es el uso de la Secretaría del Bienestar, el uso de las brigadas para decir que el presidente López Obrador quiere a Claudia Sheinbaum”.

Y como la secretaría se manda sola…

“Esto sucede porque saben que él va al frente. En 2012 reconoció su derrota en la encuesta frente a López Obrador, incluso si la diferencia fue de 32 cuestionarios.

“—Cuando no la gané tuve los pantalones y reconocí”, recordó.

“He actuado en línea recta, soy gente honesta, nunca he sido traidor, nunca he sido desleal… que se le comunique a las dependencias federales y estatales respetar lo que se firmó… Que Morena actúe a la altura de este movimiento, mañana es el sorteo de las encuestadoras, firmamos que no pasaría nada de lo que está pasando hoy, sean leales.

“Se lo digo a todos, se lo digo a Claudia Sheinbaum, qué necesidad de comprometer todo por lo que hemos luchado”.

En 1973, Robert Alley escribió “El último tango en París».  Curioso, en esa ciudad vivía Marcelo Ebrard, antes de su último tango.

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona