La última medición de la empresa Massive Caller a la aprobación ciudadana de AMLO muestra la división: la mitad de los ciudadanos de un lado, aprobando, y la otra mitad del otro.

En 2020 se acabó el encanto y la masividad en la aprobación y expectativas dejó paso a ese 50 por ciento que ve en López Obrador lo que esperaba, incluyendo a un porcentaje que dice no haber esperado nada grandioso de él, así que no se seinte decepcionado.

Cualquier tema se vuelve inocuo ante esta división a medias inicial de la ciudadanía: la mitad piensa que ha combatido bien al delito y la mitad, no; la mitad le ve logros en atender la pobreza y la mitad, no; la mitad lo cree eficaz contra la corrupción y la mitad, no. Así en todo.

La gráfica que responde a si los ciudadanos creen que AMLO es el líder que se requiere en el país, muestra pequeñas variaciones, como ahora que es más favorable al Presidente en el aniversario de su trunfo electoral, pero es previsible que se mantenga así, con estabilidad en el 50-50 hasta el 2024, año de la elección para elegirle un sucesor.