La celebraciones del 2019 y la del 2023 que su tuvieron como escenario el Zócalo capitalino tuvieron ambas un costo estimado en más de 3 millones de pesos, de acuerdo con especialistas; las ediciones del 2020 y 2021 por causa de la Covid fueron solo en mensaje del mandatario por redes sociales, TV y radio  y la de 2022 desde Tabasco, aprovechó para inaugurar simbólicamente la Refinería Olmeca que aún no refina nada.

Acostumbrado a ser el blanco de los reflectores para, donde su palabra es lo único que cuenta y con el anhelo de escuchar caravanas con los aplausos y porras que alimenten su ego y sentirse querido, en ese ambiente es en el que quisiera desenvolverse todos los días el populista mandatario Andrés Manuel López Obrador, con baños de pueblo y con sus mensajes ficticios de que todo marcha de maravilla. Sin embargo, cada primer fin de semana julio desde 2019 a la fecha, se festeja su triunfo en las urnas de aquel 2018, además de sus informes trimestrales como copia de su informe anual de su administración.

Por quinto año, López Obrador celebró otro aniversario de su victoria electoral entre miles de “acarreados” que llegaron condicionados para apoyarlo, más no por iniciativa propia, además de que en esta última edición de su festejo la emoción de la multitud morenista ya se perdió y fue notoria su presencia más por presión de las bases de la 4T que por cuenta propia.

En 2019

En julio de 2019 el festejo por la victoria electoral fue una verdadera fiesta en el Zócalo capitalino, ya que como dice el refrán, al pueblo “pan y circo” y durante el festejo que acompañó el mensaje de López Obrador hubo de todo, hubo bailongo que amenizó Margarita “La Diosa de la Cumbia”, también para momentos de reflexión entró a escena el flautista Horacio Franco, también la Orquesta Sinfónica de Tlaxiaco y el mariachi de la Secretaría de la Defensa Nacional que dio el cerrojazo al festín.

DE acuerdo con reportes de especialistas que apoyaron sus estimaciones en información de la Presidencia de la República, este festejo tuvo un costo estimado en 3 millones 250 mil pesos que se cargaron al erario, es decir que fue pagado con nuestros impuestos y ni un centavo salió del bolsillo del mandatario, quien austera o jodidamente dice que solo carga 200 pesos.

En 2020

Acostumbrado a no acatar las órdenes de nadie y aferrado en que la Covid-19 no le haría nada, a pesar de que se contagió tres veces, el mandatario ofreció un mensaje a la nación a través de TV y radio, debido a la pandemia de Covid-19  que azotaba a México y al mundo, y en lugar de dar el ejemplo para que los ciudadanos tomaran precauciones ante esta enfermedad, no hizo ninguna recomendación sobre el uso de cubre bocas o tomar medidas de salud. Su único interés era que escucharan que su triunfo electoral del 2018 no debería pasar inadvertido y quería que la gente lo escuchara, como si fuera un logro que nadie debe olvidar.

En 2021

Desangelado mensaje por televisión, radio y redes sociales fue el que presentó López Obrador dado que la pandemia aún seguía presente. Sólo algunos integrantes del gabinete lo acompañaron para que n se viera que estaba en completa soledad, por lo que4 su convocatoria fue sólo para sus más cercanos colaboradores. El populista mandatario acostumbrado a ser blanco de los reflectores y de los aplausos que alimentan su ego, festejó ese tercer aniversario de su triunfo en las urnas desde el patio de Palacio Nacional, en el que se escuchaba el eco de sus palabras y donde los aplausos estuvieron ausentes.

En 2022

Ya con la Covid de salida y el mandatario con el poder de la fuerza moral que lo hacía inmune al virus, según el subsecretario de prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, quien erró en su pronóstico, ya que el mandatario se contagió del virus en tres ocasiones, no impidió que ahora sí el cuarto aniversario por el triunfo electoral de julio de 2018 se celebrara como el populista mandatario quería, en las calles y entre morenistas que lo apapacharan.

Este cuarto aniversario se llevó a cabo en Tabasco, donde además de repetir su retórica sin datos contundentes que constaten que la corrupción se está erradicando, que realmente ha bajado la violencia, que la economía mejora y que los programas sociales realmente llegan a todos y no sólo a los votantes, que a los que realmente le interesan.

La celebración sirvió para que el mandatario se echara porras solo y recibiera el aplauso de quienes lo acompañaban en Tabasco, donde también realizó una inauguración simbólica de la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, donde prometió que en 2023 empezaría la refinación de 170,000 barriles diarios de crudo, algo que no ocurre como lo aseguró

En 2023

Finalmente se registró el baño de pueblo que López Obrador anhelaba, con un Zócalo de la CDMX lleno de “acareados” procedentes de varios estados del país y que como si estuvieran en un mercado popular, transitaban por varias calles aledañas a Palacio Nacional sin prestar atención al discurso que cada año repite el líder de la 4T.

La comitiva que lo acompañó, como si estuvieran en un programa de espectáculos de televisión, guiaban a la multitud que observaba el mensaje, el momento en que deberían comenzar los aplausos durante el “talk show” que cambió a su horario vespertino y que fue una verdadera fiesta, con selfies entre los acompañantes del mandatario que por momentos también ignoraban el mensaje que daba por su quinto aniversario en el que según especialistas se gastaron cerca de 3 millones de pesos, dinero que sumados a los más de 3 millones 250 de la celebración del 2019 bien pudieron aprovecharse para apoyar a mexicanos de zonas marginadas de las sierras más alejadas del país y hasta donde aún no llegan los apoyos prometidos.