El populista mandatario se dijo decepcionado de los cinco ministros allegados a él, cuatro a los que impuso y que no han acatado sus órdenes
En un acto de total injerencia sobre la autonomía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el populista presidente Andrés Manuel López Obrador confesó este miércoles en Palacio Nacional que días previos a la votación con la que se anuló la transferencia de Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), habló por separado y presionó a cinco de los 11 ministros supuestamente allegados a él, para que votarán para apoyar que el Ejército tuviera el mando de la GN, lo que no prosperó, por lo que dijo estar decepcionado con la votación y por no haberse acatado su orden.
López Obrador reveló desde el púlpito de Palacio Nacional que se sintió decepcionado por la desobediencia de los ministros, cuatro de los que él impuso, más otro que ya estaba, por no acatar sus órdenes y no hacer lo suficiente para sacar adelante la propuesta de que la Guardia Nacional quedara bajo control de la Sedena.
El pasado 18 de abril, en el Pleno de la Máxima Corte del país 8 ministros votaron a favor de invalidar la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, fallo que obliga a que este cuerpo de seguridad creado en sustitución de la Policía Federal regrese al control de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana en el 2024.
Los ministros impuestos por López Obrador y que recibieron el simbólico aval por parte del Senado, controlado por los morenistas y que ahora son de decepción del populista gobernante son Juan Luis González Alcántara (designado en 2018), Margarita Ríos-Farjat (en 2019),Yasmín Esquivel Mossa (en 2019) y Loretta Ortiz Ahlf (en 2021), además del ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien es muy amigo del populista gobernante.
La desesperación de que no le han salido las cosas como espera al no ser acatadas sus órdenes como jefe de Estado, han llevado a López Obrador a confesar este tipo de situación, lo que especialistas consideran como una injerencia en la autonomía para la toma de decisiones de la Suprema Corte, que como institución autónoma ha salido avante ante presiones ordenadas desde Palacio Nacional, como las manifestaciones enfrente de la sede de la SCJN, así como el acarreo de militantes guindas y de gobernadores, como el de Veracruz, Cuitláhuac García, que con tal de quedar bien con el mandatario populista desatiende las demandas de los veracruzanos, entre ellas la seguridad.
Habrá que esperar que nueva presión intentará ejercer el mandatario sobre los ministros de la SCJN o que decisiones toma para que desde el Senado y la Cámara de Diputados lo complazcan, como han sido los bloqueos para frenar la designación de comisionados del INAI, aunque sus decisiones signifiquen retrocesos para el país.