El Festival Internacional de Cine de la UNAM (FICUNAM) continúa durante la primera semana de junio presentando, en sus sedes del Centro Cultural Universitario, una selección curada del cine mexicano e internacional. Deje las grillas por una vez amigo del Cristalazo y vea cuál elige para ver.
Se presentó la nueva película del director italiano Pietro Marcello. L’envol (Francia-Italia, 2022), sigue la vida de un padre y su hija en la campiña francesa de la primera posguerra. Tras el éxito cosechado por su película anterior Martin Eden (Francia- Italia-Alemania 2019), el director italiano presenta de nuevo una historia plagada de elipsis y ambientes bucólicos.
Tras su regreso de la guerra, Raphael (Raphael Thiery) se encuentra como padre viudo de una pequeña niña, Juliette (Juliette Jouan), quien crecerá junto a su padre como los apestados del pueblo, tras un crimen imperdonable. Marcello traslada el foco de la película entre uno y otro personaje, en un ejercicio cuyas secuencias de montaje con material documental -si bien, poco logradas- aportan a ubicar en un momento histórico específico una película que se esfuerza por aparentar un cuento de hadas.
Cuento de hadas: búsqueda del arquetipo y, a través de este, estirar las manos para asir las grandes verdades. La vida se pasa de mano en mano, a costa de quien la porta.
Scarlet no soportaría los embates de los críticos anti-académicos, sus formas son comunes y se logran apenas por momentos. Sin embargo, como conjunto de categorías dentro de las cuales se acomodan el mundo y el corazón, cumple completamente.
Una de las grandes esperadas del festival es la retrospectiva a la actriz y directora japonesa Kinuyo Tanaka. Primera mujer en dirigir y escribir una pelicula en el país oriental, Pechos eternos (Chibusa yo eien nare, Japón, 1955) se mantiene como un clásico total del cine feminista y del arte cinematográfico en general.
Basada en la vida trágica y breve de la poetisa nipona Fumiko Shimojo (interpretada por la legendaria actriz Yumeji Tsukioka), quien, apenas publicada su primera antología de poesía, descubre que tiene un cáncer incurable.
Semejante a Cléo de 5 a 7 (Cléo de cinq à sept, Varda, Francia, 1969) en tanto que siguen la historia de una mujer que teme ante el futuro, se aleja de la obra de Varda definitivamente. Donde la protagonista francesa teme y se desespera, Fumiko encuentra en el arte y en la introspección el descanso necesario para afrontar la muerte.
Muerte, que es proceso; no se sabe bien cuándo empieza ni descubre en qué momento termina. Sin embargo, el cuerpo decae y lo sabemos. Una mastectomía de emergencia lleva a Fumiko a meditar en torno a la feminidad y sus deberes como mujer, madre, amante y amiga.
Es en sus dos últimas escenas donde la película se eleva sobre su tema aparente y retrata, con una dignidad insólita, la espera del fatal momento. No hay grandes gestos ni discursos memorables, apenas un abrazo, un par de palabras escritas en papel, flores. película indispensable de una filmografía fundamental.
Por otro lado, en asociación con el Festival, la plataforma Mubi ofrece una selección de algunas películas seleccionadas. Entre estas resalta el nuevo cortometraje del director mexicano Nicolás Pereda.
Flora (México, 2023) nace -nos cuenta una voz en off- durante la producción de una película en el norte de México, donde fue necesario dar ciertas concesiones a personajes oscuros para que les permitieran filmar.
Una vez más, Pereda sorprende con un retrato lateral de la violencia en México. Como en su anterior película (por demás, muy recomendable), Fauna (México, 2020), utiliza su virtud como montajista para observar con mirada antropológica la vida cotidiana del mexicano en función de su relación con el miedo, el narco y la clase social.
Lo mismo que lo ha alejado de las grandes ausencias, su tendencia a la confusión, es también su mayor mérito. Al final, para quien sea paciente y parpadee poco, las piezas del rompecabezas de Flora se entrelazan naturalmente. Imágenes que parecían aleatorias al inicio, la narración inconsecuente con que empieza la película, se resignifica con las últimas frases. Cíclico, laberíntico, espero de la propia mente humana, este cortometraje y el resto de la obra de Pereda son de una modernidad insólita.
Finalmente, la decepción -algo que no suele ocurrir en FICUNAM- fue el documental de los directores experimentales Mike Gibisser y Mary Helena Clark, Una secuencia común (A common sequence, Gibisser & Clark, Estados Unidos, 2022). Serie de tomas larguísimas e inconexas donde se mezclan tanto conventos del siglo XVIII como axolotes, manzanas y genética; es un ejemplo claro de la dificultad para transitar entre géneros. Si el lugar común resulta tedioso y poco imaginativo, su extremo opuesto es, más bien, ilegible.
Demetrio Gutiérrez