Un Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión subraya que el segmento de defensa oficialista tiene “más semejanzas a la propaganda que a la verificación de información”, por lo que se debe suspender

El rencor hacia los medios de comunicación que exhiben o critican sus fallidas acciones de gobierno y a que han sacado a la luz actos de corrupción que han salpicado al gobierno de la 4T, llevaron al populista presidente Andrés Manuel López Obrador a tratar de frenar esas denuncias diarias, por lo que creó el segmento semanal ¿Quién es quién en las mentiras?, un espacio considerado de “chismes” al estilo de la farándula y en donde sin evidencia más que las palabras se intenta desmentir lo publicado por los medios, lo que también lleva un discurso estigmatizante y de hostilidad contra los periodistas que solo cumplen con su trabajo: informar. Frente a esta situación, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó al gobierno amlista a eliminar ese espacio televisivo que atenta contra la libertad de expresión, incita a la persecución y responde más a un segmento de defensa oficialista “con más semejanzas a la propaganda que a la verificación de información”.

La Relatoría Especial de la CIDH presentó su informe anual correspondiente al 2022 donde en el apartado para México analiza las afectaciones que enfrenta la libertad de expresión y el trabajo periodístico en la administración de López Obrador, quien cada día desde el púlpito de Palacio Nacional arremete contra periodistas y opositores que no aplauden sus mensajes o que no guardan silencio ante sus acciones fallidas de gobierno.

López Obrador creó al estilo de los gobiernos autoritarios un espacio en su “talk show” matutino, para descalificar la labor periodística, en donde además lleva en mensaje de hostilidad y persecución contra los comunicadores que exhiben sus mentiras y falsas promesas.

El mandatario, aseguró que el segmento ¿Quién es quién en las mentiras? serviría para aclarar información incompleta publicada o difundida por la prensa, sin embargo, desde su primera emisión el 30 de junio de 2021 se ha atacado a los medios de comunicación ya los periodistas que han sido críticos.

Aquel día el populista mandatario señaló que “nadie debe sentirse ofendido, por encima del interés personal, por legítimo que sea, siempre debe estar el interés general, el interés colectivo y vamos a iniciar este proceso. Se decidió que Ana Elizabeth García Vilchis sea la encargada de esta sección”, apuntó.

Cada miércoles en las 180 emisiones que lleva este segmento, Elizabeth García Vilchis cumple con su labor de ser solo la lectora del guión que le entregan, aunque en ocasiones no tenga idea de lo que se trata, pero su función es la de demeritar el trabajo de los periodistas.

El análisis de la CIDH insiste en que este segmento de las “mañaneras” “pone en riesgo las garantías para la libertad de expresión y la institucionalidad democrática en México”, contribuye a la “estigmatización en contra de periodistas y medios de comunicación”, lo que contraviene con la obligación del Estado de “adoptar un discurso público que contribuya a prevenir la violencia contra periodistas”.

Asimismo, el reporte de la RELE destaca que ¿Quién es quién en las mentiras? carece de criterios internacionalmente válidos para clasificar la “desinformación”, “noticias falsas” o “mentiras” y por el contrario, este espacio leído por Elizabeth García Vilchis “se enfoca en contrarrestar la información publicada por determinadas personas o en determinados reportajes que cuestionan o critican la gestión gubernamental, por lo que tiene el potencial de convertirse en una instancia oficial de defensa del propio gobierno frente a la crítica con más semejanzas a la propaganda que a la verificación de información”.

En la misma línea, la Relatoría subraya que la citada sección “pone en riesgo las garantías para la libertad de expresión y la institucionalidad democrática en México, en tanto que las instituciones del Estado no son las plataformas idóneas para evaluar la veracidad de la información periodística y los medios de comunicación son principalmente responsables ante el público y no ante el gobierno”.

La CIDH insistió en que la sección “¿Quién es quién en las mentiras?” promovida por el propio López Obrador para frenar las críticas a su administración, “contraviene los estándares internacionales sobre libertad de expresión, y llama al Estado a suspender esta práctica”.