La amistad se crea inclusive en los ambientes menos esperados, es el caso de la migración. Alex e Ynu son una dupla de haitianos que dejaron su país en 2017 y 2018, respectivamente, pero que durante su recorrido por más de 10 países han logrado formar una amistad que comparte la misma meta, tener una mejor vida.

Alex tiene 22 años, abandonó su hogar a los 18 años con el sueño de salir de la precariedad en la que vivía su país de origen y aprendió a hablar español durante su estancia en Chile; mientras que Ynu es el mayor, con 23 años, salió por la misma situación, aunque para él ha sido más complicado debido a que no se le ha dado el idioma.

Los jóvenes antillanos vivieron durante cinco años en Chile, ambos trabajaron, primero como soldadores y después atendiendo pequeños negocios en mercados de Santiago, capital del país andino, sin embargo, tuvieron que dejar el país cuando volvieron a tener problemas económicos. Fue así que decidieron salir de aquella nación en 2022.

Durante su recorrido pasaron por Perú, Ecuador, Guatemala, Panamá y más territorios, que en total suman más de 10 países. Su situación migratoria fue provechosa para su relación, por lo que los jóvenes aseguran que el recorriendo por Sudamérica les sirvió  para conocerse mejor y forjar una amistad.

«Estamos juntos en esto, sea en lo que sea», , recalcó Alex, «lo importante es trabajar».

Actualmente, viven en el albergue temporal instaurado por el Gobierno de la Ciudad de México, dentro del Bosque Tláhuac, ubicado en la alcaldía del mismo nombre, en la que aseguran que lo único que esperan es una tarjeta de trabajo para poder establecerse en México, así como muchos otros, de acuerdo con los dos amigos.

Ambos han salido a buscar trabajos por su cuenta, sin embargo, el requisito ya mencionado es aquel que los ha frenado, ya que aseguran tener prometido un puesto como vendedores de tianguis.

«En la vida es una cosa, porque se llega lento y derecho, solo con paciencia se logra», explicó Alex al recordar lleva más de dos meses sin tener resolución de sus documentos migratorios.

Ambos jóvenes pertenecen al grupo de migrantes que pernoctó durante el pasado mes de marzo en la plaza Giordano Bruno, ubicada en la colonia Juárez, sitió en el que alrededor de 600 migrantes instalaron casas de campañas con la esperanza de resolver su situación migratoria a la brevedad, más no ocurrió así.

«Llegamos a la plaza, nosotros tomamos el taxi para acá (…) fue complicado porque tardamos más de una hora», comentó Alex al término de una carcajada, debido a lo tardado que fue desplazarse de la alcaldía Cuauhtémoc a Tláhuac; las obras de reparación en la Línea 12 del Metro eran el motivo de una movilidad tortuosa

La comida es basta, las conexiones no

El joven Alex aseguró que el personal que los atiende dentro del albergue temporal, tanto la Secretaría de Desarrollo Social capitalina (Sibiso) como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), han realizado un trabajo eficaz, otorgándoles la comida necesaria para subsistir.

Sin embargo, aseguró que las personas se mantienen en las carpas exteriores han sufrido algunos percances con la lluvia, además, el número de conexiones eléctricas son insuficientes para los cientos de personas que permanecen en el sitio, lo que los ha orillado a acaparar los locales del Bosque Tláhuac para poder continuar comunicados con sus familiares a través de sus celulares.

Asimismo, Alex comentó que solo espera la entrega de su documentación, sin embargo, desde hace una semana no le han informado que tipo de tarjeta se le proveerá y si esta será suficiente para poder laborar en el país.

«Nos dicen que el lunes, el lunes que el martes, nos lo pasaron al miércoles y después al jueves», dijo Alex.