“Sin música, la vida sería un error”, Friedrich Nietzsche.
La sorpresa de que la cantautora española Rosalía es la siguiente artista que ofrecerá un concierto gratuito en el foro abierto más importante del país, el Zócalo capitalino, fue aplaudida por miles de jóvenes y fans en redes sociales.
La noticia la dieron a conocer el lunes pasado la mandataria capitalina, Claudia Sheinbaum -a través de su cuenta de TikTok-, acompañada de la secretaria de Cultura de la CdMx, Claudia Curiel.
Manifestaron que Rosalía «es una artista importante» y muchos ciudadanos estarán contentos de escucharla cantar y verla interpretar sus canciones.
Los pocos que están en desacuerdo con este concierto, “casualmente” los mismos de siempre, son los enemigos de la 4T y defensores de la ultraderecha, ahora encabezados por el expresidente Vicente Fox y legisladores del PAN.
Alegan, sin mirarse en el espejo, que en lugar de invertir en conciertos masivos se debería mejorar el Metro.
Nada más hipócrita y falso, porque el gobierno Sheinbaum es el que más ha invertido recursos para modernizar, mejorar y hacer más eficiente el transporte público, lo que nunca hicieron los anteriores gobiernos de la CdMx.
De lo que ya no se acuerdan es que ellos, el 8 de octubre y luego el 10 de noviembre de 2017, recién registrado el sismo del 19S de 2017, el entonces gobernante perredista en la CdMx, con el respaldo de sus aliados del PAN, pagaron la organización y el montaje de la infraestructura para dos magnos conciertos en el Zócalo.
En el primero, denominado Concierto con causa, participaron solidariamente una decena de famosos y el segundo lo ofreció el Grupo Caifanes.
Entonces, no importó el duelo por los cerca de 300 muertos, ni los miles de inmuebles derruidos y las miles de familias que lo perdieron todo y dormían en la calle.
En ese momento trágico y conmovedor sí urgía destinar todos los recursos a la reconstrucción y se requería, más que megaconciertos, de un gobierno solidario, sensible y humano.
Pero ocurrió todo lo contrario, gastaron los pocos recursos que había en esos conciertos.
Esa es la doble moral y la hipocresía con la que se conducen perredistas y panistas.
Es más, lejos de solidarizarse con el duelo colectivo y el suplicio de los damnificados, intentaron lucrar con su dolor y aprovecharon de la tragedia.
Y lo digo con pleno conocimiento de causa, porque esos mismos panistas y perredistas mayoritearon perversamente en la última Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) lo que llamaron Ley de la Reconstrucción.
Un decreto leonino, redactado a modo, que obligaba a los damnificados a contratar créditos con la banca privada y beneficiaba a las grandes inmobiliarias que participarían en la reconstrucción.
Los damnificados se endeudarían de por vida, para volver a pagar su patrimonio perdido o dañado por la fuerza de la naturaleza.
Tuvo que enmendarles la plana la doctora Claudia Sheinbaum, cuyo gobierno asumió el costo de la reconstrucción en favor de los damnificados y de los sectores más vulnerables afectados por la desgracia.
Ahora bien, los conciertos masivos en el Zócalo que venía organizando este gobierno desde 2019, fueron suspendidos por la pandemia, pero reanudación desde junio de 2022.
Su objetivo, tras la crisis pandémica, es cumplir con el mandato constitucional del derecho ciudadano a la cultura, contribuir a la derrama económica en el Centro Histórico y llevar sana diversión, recreación y esparcimiento familiar después de un encierro infernal.
Así como se presentará Rosalía el próximo 28 de abril a las 20 horas, con su fusión de flamenco, bachata, rap y otros ritmos, se han presentado diversos intérpretes, cantautores, grupos musicales y hasta sonideros en el foro plural más importante de México, la plaza de todos los mexicanos: el Zócalo de la CdMx. Así que allá nos vemos a pesar de los hipócritas, clasistas e intolerantes.
@vromog