La promesa es agilizar trámites, así que los haitianos, unos 600, se subieron esta mañana a los autobuses y abandonaron la Plaza Giordano Bruno, en la Colonia Juárez, donde habían establecido un enorme campamento migrante.
Las oficinas centrales de la Comisión Nacional de Ayuda a Refugiados ya no dará servicio en la calle Versalles de dicha colonia, por lo que la cercanía a este lugar ya no representaba nada a los antillanos.
El destino de la Pequeña Haití es el nuevo bosque de Tláhuac, aquel mismo que varias administraciones han tratado de convertir en un centro de convivencia de fin de semana con resultados dispares. De acuerdo a cifras oficiales, allá había unas 250 personas ya, así que es probable que este día se concentren mil personas en el punto, todos atraídos por la promesa de lograr un papel migratorio en horas.
El operativo de traslado lo encabezó la Secretaría de Inclusión y Binestar capitalina, que estuvo armando listados y dialogando con los migrantes durante los días de semana santa.
Se logre o no, el problema ya no es visible, nuevamente los migrantes pasarán desapercibidos.