Luego de que se enteraran por las redes sociales de que tendrían las puertas abiertas para entrar a los Estados Unidos, más de mil migrantes cruzaron por el río Bravo y se entregaron a la Patrulla Fronteriza, con el fin de que se les iniciaran los trámites de asilo.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), al apuntar que los migrantes, principalmente de Venezuela, fueron deportados, pues en su deseo de permanecer en el país, fueron mal informados sobre las políticas migratorias actuales.
“Aproximadamente a las 3:30 de la tarde, la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso recibió informes de un gran grupo de migrantes que caminaban hacia el este, en México, paralelos a la frontera internacional desde el Puerto de Entrada del Puente de las Américas.
“Aproximadamente a las 4:00 p. m., los agentes comenzaron a encontrar grupos de migrantes, de 20 a 30 a la vez, con más de 1,000 ingresando ilegalmente a los Estados Unidos y entregándose a los agentes de la Patrulla Fronteriza en la puerta fronteriza, cerca de la calle Barker y la carretera César E. Chávez”, se detalló.
La agencia norteamericana señaló que los migrantes encontrados son principalmente de Venezuela, pero también de otros países, como: Nicaragua, Colombia y Ecuador. A lo largo de la noche y hasta la madrugada, los agentes continuaron encontrándose con grupos que intentaban ingresar ilegalmente a los Estados Unidos”, se agregó.
Tras el aseguramiento, cada una de las personas, fueron procesadas de manera segura, eficiente y efectiva en los centros de procesamiento del Sector El Paso. Todos los migrantes fueron expulsados bajo la autoridad del Título 42 o procesados para procedimientos de deportación bajo el Título 8, se indicó.
“Muchos de los migrantes afirmaron que recibieron información sobre políticas de inmigración de CBP a través de varias plataformas de redes sociales. Indicaron que las publicaciones en las redes sociales decían que si se entregaban a los agentes en El Paso en un lugar determinado, se les permitiría permanecer en los Estados Unidos. Esa información no era correcta.
“La Patrulla Fronteriza continúa expulsando migrantes bajo el Título 42 de los CDC. Las nacionalidades sujetas al Título 42 incluyen: México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití. Aquellos migrantes que no pueden ser expulsados bajo el Título 42 y no tienen un fundamento legal para permanecer en los Estados Unidos, son colocados en procedimientos de deportación bajo el Título 8”, se destacó.
El jefe de la Patrulla Fronteriza, Anthony Scott Good, advirtió que se hará cumplir plenamente las leyes de inmigración. “Los migrantes no deberían escuchar mentiras de los contrabandistas que a menudo se aprovechan al proporcionarles información falsa para sacar provecho y cobrarles por cruzar la frontera ilegalmente”, concluyó.
Los centroamericanos que cruzaron ilegalmente la frontera, habían permanecido en el exterior de las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), que la noche del pasado lunes se incendió, perdiendo la vida 40 migrantes, cuyos cadáveres permanecen en el anfiteatro.
Por lo anterior, la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (RFDH), con sede en El Paso, Texas, exigió que se castigue a los responsables de la muerte de estas personas, que ilegalmente, se encontraban tras las rejas de la llamada: Estancia Migratoria.
Durante una manifestación, en la que destacaron 39 cruces en blanco y negro, hicieron un llamado a los presidentes de ambos lados de la Frontera, Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador, que realicen todas las acciones que estén a su alcance, para evitar que siga la muerte de migrantes a lo largo de la frontera común.
Al tomar como ejemplo, la deportación de este contingente de migrantes que fueron detenidos el pasado miércoles, Irma Cruz, directora de la RFDH, exigió a dichos gobiernos su responsabilidad en estas muertes, ya que con sus políticas los han orillado a la muerte. En este sentido, condenó los Títulos 42 y 8, que aplica el gobierno norteamericano para expulsar a los migrantes de su país, mientras que el gobierno mexicano, no cuenta con un protocolo de seguridad para atender las emergencias, como fue el caso reciente, en el que los 39 migrantes perdieron la vida. “Es una rabia muy grande, el ver que nadie les abrió la puerta y rescatarlos de las llamas”, lamentó.