Una opinión de Arturo Ramos Ortiz

Norma Julieta del Río Venegas quiere ser comisionada presidente del INAI; no ahorita, sino dentro de unos años. Lo fue del instituto zacatecano de la transparencia; sí, el estado de Ricardo Monreal.

Del Río tiene las simpatías del comisionado Oscar Mauricio Guerra, un académico con peso en el INAI. Así que la llegada (hoy bloqueada) de Rafael Luna Alviso, hubiera supuesto un anclaje fuerte de las aspiraciones de la comisionada Del Río.

La pichada Luna Alviso, por tanto, pudo haber tenido objetivos de largo plazo y es allí donde la Presidencia pudo detectar que, como en el ajedrez, había que realizar un movimiento para evitar que el contrincante tuviese una posición desde la cual, con el tiempo, pudiera puyar a quien entonces estuviese en la Presidencia de la República y en las dependencias de la Administración Pública Federal.

Y eso sólo por una parte, porque los estados de la República hubiesen quedado también a tiro de piedra:.

En efecto, Norma Julieta tiene actualmente el control en lo que, cuando se termine de construir, será el Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Allí, todos los órganos de transparencia se pliegan a las voluntades llegadas del Instituto Nacional, sea por la potencia técnica y presupuestal que este tiene o sea por las aspiraciones futuras de los comisionados estatales.

Quizás, lo veremos pronto, el veto presidencial demuestra una visión de largo plazo que advierte de amenazas externas y no de simples caprichos o intentos de dejar inoperante a un organismo que, claramente, no le gusta. Ya lo veremos.

Luna visto por sí mismo, ¿temas de transparencia? No