Los equipos de rescate turcos lograron liberar a un bebé de 10 días de nacida y a su madre de una montaña de escombros en la provincia de Hatay, 90 horas después de los devastadores sismos del pasado lunes y que han dejado hasta ahora 23,200 muertos en Turquía y Siria.
El pequeño Yagiz y su madre fueron rescatados en el distrito Samandag de Hatay por especialistas procedentes de Estambul, según informó en Twitter el alcalde de la ciudad del bósforo, Ekrem Imamoglu.
Yagiz, que ha pasado casi la mitad de su corta vida entre ruinas, recibió asistencia médica de inmediato y fue trasladado a un hospital mientras dos personas trataban de calentarlo con una manta térmica.
Los rescatistas también trasladaron a un hospital a su madre, aturdida y pálida pero consciente, según las imágenes de la agencia de emergencias AFAD.
El paso de las horas y las bajas temperaturas dificultan los trabajos de los rescate, con los especialistas intentando apurar el tiempo porque las posibilidades de encontrar a supervivientes se desvanecen.
La última persona rescatada con vida ha sido un refugiado sirio de 31 años. Los bomberos lo rescataron de un edificio desplomado en la provincia de Kahramanmaras 108 horas después de los terremotos.
Aunque el joven de 31 años sobrevivió, siete de sus parientes murieron por el terremoto. El número de muertos en Turquía por los sismos asciende ya a 23,200 víctimas.
Según los últimos balances oficiales, el movimiento telúrico de magnitud 7,8, que estuvo seguido de más de un centenar de réplicas, deja hasta ahora al menos 22.765 muertos, 19.875 de ellos en Turquía y 3.377 en Siria.
Información e imagenes: EFE