Todos los que viajan en el Metro saben lo que pasa allí: puertas que no abren en las estaciones, escaleras eléctricas que se quedan quietas, torniquetes inhabilitados y mucho más. Y muertes derivadas de la incompetencia de una mujer a la que es muy difícil adivinarle una virtud.

De alli que sus colaboradores estén optando por presionar a medios (con el asunto de siempre: la publicidad) para que no aparezcan noticias. Pero lo que prefiere esa cosa rara que es la 4T, opta por hablar de situaciones atípicas, dando a entender que es objeto de un complot.

Por lo pronto, una decena de elementos de la Guardia Nacional perderán el tiempo en el Metro para evitar esas atipicidades.

Así la mujer que, se supone, es la mejor del gobierno.

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