Ya no parece tan romántica
¿Infección informática?
Arturo Ramos Ortiz
Ya es un hecho: la guacamaya nos salió con ladillas. Las primeras revisiones de Poder Latam, una de las muchas organizaciones civiles que han incursionado en temas de manejo de bases de datos informáticas y su vinculación con la transparencia, ha hecho saber que detectó códigos maliciosos en archivos de Sedena que Guacamaya hizo públicos, después de extraerlos mediante hackeo de los servidores gubernamentales.
La descarga de esta información sería riesgosa en al menos 50 mil archivos que contienen códigos malignos, los que ya se cotejaron en estructura y funcionamiento con los de otros sitios donde este tipo de ataques a quienes descargan información está corroborado previamente. Pero dicha cifra resultará sin duda mucho mayor. Así como resulta inmanejable la cantidad de correos electrónicos liberada por los hackersguacamayos, igualmente resulta un trabajo titánico tratar de detectar cada uno de los códigos maliciosos que podrían estar alojados arbitrariamente en esta información.
Poder Latam dará a conocer muy pronto el tipo de códigos en la info de la plagada guacamaya, pero es prácticamente un hecho que esto abrirá un nuevo debate:
¿Los códigos maliciosos son parte de un candado de seguridad de Sedena en el manejo de sus correos? ¿Los códigos maliciosos fueron alojados por la propia Guacamaya’ ¿guacamaya es espía doble?
Es prácticamente un hecho que el seguimiento y rastreo de quienes usen esa información infectada será posible, ¿en favor de quién?. Habrá que esperar a lo que Poder Latam vaya a anunciar, pero el embrollo estará grande: archivos conseguidos ilegalmente -bajo la premisa de liberar información que el gobierno preferiría ocultar- son usados para una acción directa contra civiles interesados en esa información.
El anonimato guacamayo deja de parecer romántico.