Mientras no se humanice la impartición de justicia en el DF seguiremos violando el derecho básico del hombre: su libertad
En el DF se tiene que dar un giro total al sistema penitenciario, primero porque las cárceles están llenas, y muchas veces, de personas procesadas, es decir que su juicio por ser lento, burocrático y atentatorio a la garantía fundamental del ser humano: su libertad, que lejos de reintegrar al individuo a la vida social, lo convierte –por rebeldía- en delincuente.
El Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF, Diputado David Razú Aznar, señaló que el actual esquema de justicia es inhumano porque quienes cometen una falta menor, su proceso lo ensucian metiéndolo a un ambiente que lejos de readaptarse se convierte en sujeto pernicioso para la sociedad.
El legislador habló en el Foro “La Reforma Penal para el DF” en donde propuso revisar de manera integral el sistema penitenciario capitalino, en una propuesta que presenta 6 ejes fundamentales: presunción de inocencia, relación de la prisión preventiva, pena privativa de la libertad, instauración de penas restaurativas para resarcir el daño, sanciones alternativas como el trabajo comunitario, las penas administrativas y la disminución de la duración de las penas.
Ante defensores de los derechos humanos, Razú Aznar, insistió que difícilmente el condenado puede resolver de manera expedita su situación legal porque cae en manos de funcionarios públicos corruptos, desde el juzgado hasta los Ceresos, lo que obliga al procesado y sus familiares a corromperse con tal de “sacar del problema al detenido”.
En el Foro participaron el Titular de la CDHDF, Luis González Plascencia , el Subsecretario de Gobierno del DF Juan José García, el Secretario de la Comisión de Seguridad Pública de la Asamblea Legislativa, Diputado Norberto Solís Cruz, quienes coincidieron con David Razú en el sentido de que mientras no se depure la atención al detenido y se humanice la impartición de justicia, seguiremos arrastrando los vicios que por más de 81 años hemos padecido, en el derecho fundamental de todo ciudadano: su libertad