El zopilote. Bella palabra nacional para nombrar al pequeño buitre, como nos dice el diccionario de mexicanismos: zopilote (Del náhuatl tzopilotl.) sopilotem. Clase de buitre (Cathartes atratus) [DRAE: aura, gallinaza].

Pero por la vocación carroñera de esa especie, cuyas plumas adornan con mucha frecuencia los penachos de los maestros  huehuenches y otros danzantes  (también bella palabra nuestra, ésta para designar a los directores de los bailes de cascabeles en los tobillos y monocorde golpe de tambor y reiterativo graznar de pífanos), el sustantivo se ha coinveretudo en un adjetivo.

Cuando a alguien se le dice zopilote se le señala  como beneficiario de una desgracia o una muerte. El zopilote –calificativo–, es quien espera la desgracia ajena para beneficiarse de ella. En el  periodismo es frecuente el trabajo “zoipilotero”; es decir, la elaboración oportuna de la semblanza de un moribundo o un enfermo grave para echar el texto por delante cuando se presente la parca y se lleve al personaje.

Eso han hecho ya todas las redacciones, por ejemplo,con Vicente Fernández. El zopilote en la redacción.

Pero además de eso (me llamó la atención por la reciente lectura de un mensaje de injuria dedicado a quien sabe quien y leído por el presidente de la República),el zopilote ha estado presente en varios momentos de la imprescindible y siempre renovada conferencia mañanera, cuya variedad nunca permite el aburrimiento del respetable,como se decía en las tandas del Principal.

Pues bien, el  dos de abril del año pasado,  los zopilotes (o gallinazos,como los llama Gabriel García Márquez en “El otoño del Patriarca”), hicieron su aparición en el Palacio Nacional a donde por lo visto regresan en vuelo silencioso y circular, de tiempo en tiempo

Esto dijo AMLO:

“El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que los opositores a su gobierno y algunos integrantes de la prensa amarillista no han ayudado en la emergencia por Covid-19 “porque los domina el odio”, incluyendo “alguna periodista” que pidió saber cuántos muertos se registrarán en México, lo que lo lleva a concluir que “estamos viviendo en temporada de zopilotes”.

Días después, volvieron los heraldos negros, como pudo decir Vallejo:

“…Han sido tiempos de canallas y zopilotes:

“El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que México ocupa el lugar número 19 en el mundo por número de fallecidos por Covid-19.

“Refirió que en América, el país tiene menos fallecidos que Perú, Brasil, Colombia, Argentina y que Estados Unidos. Además, dijo que México ocupa el noveno lugar mundial en número de personas vacunadas contra el virus del SARS-CoV- 2. Sostuvo que era momento de dar a conocer estos datos porque en los medios conservadores no se hace.

“Han sido tiempos de canallas, de zopilotes”, expresó”.

Esa misma alusión voladora y carroñera fue usada (qué casualidad tan notable), por Paco Ignacio Taibo II en un libro sobre la “decena trágica”, uno de los episodios históricos más recurrentes en el discurso presidencial,  llamado “Temlorada de zopilotes”. Y como Taibo es uno de su autores favoritos, pues la historia se cuenta sola.

Pero eso es pura casualidad, la amiga del presidente, doña Cristina Fernández, la jefa del títere Alberto Fernández, “presidente” de Argentina, les llamaba a “bonos buitre” a los instrumentos financieros cuando Argentina (por enésima ocasión) se fue a la ruina.

Pero más allá de las exactitudes estadísticas de la zopilotera en los tiempos de la peste, y quizá por equidad de género, el viernes pasado apareció en las redes sociales, una “zopilota ignota”.

Y le digo ignota porque no se conocía su nombre hasta cuando el Señor Presidente dedujo a quien se aludía con semejante obscenidad.

“Comiencen con la puta, con la seudoescritora, pseudoinvestigadora, no saben quien es, la Zopilota, esa idiota que no sabe ni escribir una frase sin faltas de orografía. Ella no tiene ningún fuero y gracias al pendejo, loco, imbécil ese al que hoy limpian los zapatos ustedes y Gertz.”

Tuit de Aldo Aldrete

–¿Por qué metió en esa majadería a su esposa?

Nadie lo sabe, nada más él.

Rafael Cardona | El Cristalazo

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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