El júbilo del gobierno tetramorfo ante el “desinteresado” auxilio de Donald Trump, en el intento de ordenar el convulso mercado petrolero internacional y el desplome de los precios mediante  su merma subrogada de  350 mil barriles de producción a cuyo retiro del mercado México se negó, fue tan enorme como si el Señor Presidente hubiera logrado la restitución de nuestro mutilado territorio. 

Donald Trump nos ha resuelto el problema, gracias a la enorme habilidad diplomática nacional, decían los heraldos del morenismo palaciego, sin  darse cuenta de la gravedad del supuesto auxilio: en el plano internacional,  México se exhibió, gozoso, como un apéndice energético de los Estados Unidos. 

Si no lo puede resolver la sucursal, entonces lo soluciona la casa matriz. Los problemas de la hacienda, se resuelven en la Casa Grande. O la Casa Blanca, en este caso.

Desde el viernes de la Semana Santa, tras el bloqueo de México a la única solución viable hallada por la OPEP para racionalizar la oferta mundial, la demanda y el precio del petróleo, la política petrolera nacional mudó  al respaldo activo de los Estados Unidos mediante un gravoso beso de Judas, para seguir con la alegoría de los días de guardar. Aunque ahora todos lo sean. 

Nuestra capacidad de negociación internacional  ha sido sustituida por la subrogación de nuestras decisiones. Los EU nos avalan, suplen y tutelan. 

¿A cambio de qué? 

De algo favorable para ellos. 

Y si a eso se agrega la petición subordinada para adquirir equipamiento clínico en la atención de la epidemia –otro lazo de dependencia–, presenciamos el abandono pleno  del viejo concepto de soberanía. Hemos perdido autonomía en todos los campos: migratorio, petrolero y sanitario. Dependientes y colonizados.

El gobierno de la Cuarta Transformación, delegó su responsabilidad al propiciar la sustitución americana en nuestra disminución del mercado. Al desplazar su decisión al dominio estadunidense, delegó también muchas otras por venir. 

El cobro por la compensación  a la baja del crudo exportable, saldrá tan caro como empeñarse en sostener la costosa e ineficiente producción de crudo con una raquítica disminución de 100 mil barriles. 

Y lo peor, la decisión del cobro, ha caído en manos de un populista demagogo en campaña (otro) cuya reelección tiene ahora en este tema y sus futuras consecuencias, una salida a los problemas del coronavirus. 

Pero hay otra cosa más grave todavía: nos echamos en brazos del ogro  para sostener un acuerdo petrolero ni siquiera ratificado: 

“…Si las partes no respetan el acuerdo que hayan alcanzado, está sobre la mesa la posibilidad de que los precios del petróleo caigan por debajo de 10 dólares por barril”, dijo Peter McNally, líder en materia petrolera para la firma de investigación de mercado Third Bridge. 

“El cumplimiento siempre es un tema crítico y fuente de discusión entre la OPEP y sus aliados…

“El recorte de producción de 10 millones de barriles/día, si se ratifica, simplemente no es suficiente para corregir el desbalance de 15 ó 20 millones de barriles/día en el mercado que mantendrá llenos los tanques de almacenamiento en mayo”, dijo S&P Global Platts en una nota a inversionistas, que también prevé el riesgo de una caída de precios…”

Este auxilio, este echarse en el regazo del vecino poderoso, le puede recordar a cualquiera aquel episodio durante los días terribles de los “errores de diciembre”, resueltos parcialmente con la intervención de Bill Clinton quien fondeó con celeridad una emergencia de 25 mil millones de dólares cuando a México (financieramente) le quedaban “48 horas de vida”.

“…En enero de 1995 tras la estrepitosa devaluación del peso, las reservas de México se habían reducido a 6 mil millones de dólares y tenía al frente cumplimientos de deuda por 30 mil millones de dólares.  

“El vencimiento de pago por 10 mil millones de dólares emitidos en tesobonos se cumpliría en el primer trimestre.

“En pago por el crédito de los 25 mil millones de dólares, si los aprobaban en el Capitolio, “México se comprometería a realizar reformas financieras y a reportar a tiempo sobre su estado financieropara evitar que (la crisis) volviera a ocurrir.

“Ellos (Rubin y Summers) advirtieron, sin embargo, que había riesgos adjuntos a su recomendación: México podría caer pese a todo el apoyo y perderíamos todo el dinero que les diéramos…”

A final de cuentas, con todas las facturas petroleras embargadas por los Estados Unidos como garantía,. México terminó pagando una deuda estratosférica. Lo dice Clinton en sus memorias:

“…México había desembolsado 105 mil millones de dólares de los 20 mil que tenía a su disposición, y pagó un total de mil 400 millones de dólares en interesesel crédito.  Resultó ser, no solamente una buena política, sino también una buena inversión…”

Sin embargo aquel sacrificio era necesario. Este capricho petrolero, no. 

“…(SE).- El acuerdo finalmente prevé un recorte de 10 millones de barriles/día entre el 1 de mayo y el 30 de junio, en vez del planteamiento original de 20 millones de barriles/día. Además, Arabia considera que el acuerdo informal México-Estados Unidos, no es válido, ya que la ley antimonopolios de Estados Unidos no permite que el gobierno exija recortes de extracción a los productores…”

Pero seguimos comprando caldos de a diez, con albóndigas de a cinco. Perdemos dinero por todos los poros. Pero a eso se le llama honestidad, cuando en otros lugares se le dice de otra manera.  

Tenemos –por ejemplo— el avión presidencial de los anteriores sexenios parado en el aeródromo de la simulación, con un  alto costo, y mandamos aviones de Aeroméxico  a formar puentes aéreos. ¿En vez de pagar al parqueo estático e inútil del Morelos, no lo podrían poner a trabajar? Hasta como propaganda es inservible, pues ya se le ha exprimido hasta la rifa y el cobro de piso a los ricachones.

¡Viva el caldo, muera la albóndiga!

Y así le echamos dinero bueno al malo, mientras los pronósticos del crecimiento se desploman como barril de petróleo: menos cuatro por ciento es la estimación y apenas vamos en abril y no sabíamos hace meses –cuando ya estábamos en el tobogán– de este gigantesco agujero causado por la epidemia. 

CURSI

Una de las “aportaciones” del Porfiriato fue el afrancesamiento. El alemanismo, nos “agringó”. Como mucho antes hicieron los “polkos”. 

Hoy la 4-T nos llena de cursilería. 

No voy a recurrir a las definiciones de Monsi sobre la cursilería, prefiero decir (con una lata de sardina), cómo lo cursi es lo indecorosamente fallido, manido y a la larga falso; retorcido, poco original, sensiblero y epopéyico sin epopeya, como decir, “jóvenes construyendo el futuro” o “sembrando vida” a una simple labor de reforestación o llamar “servidores de la nación” a los promotores electorales. 

Hay una extraña mezcla entre Ismael Rodríguez y Karl Marx cuando se habla de la pobreza en el cotidiano manifiesto  

“Nosotros los pobres, ¡Uníos!

Pero entre todas las cosas –incluida la canción ahora puesta en boga por Eugenia León–, hay una cuyo límite es impasable: el avión de Aeroméxico con el cual cruzamos el mundo para recomprar equipo médico, se llama “Misionero de paz”. Ni San Felipe de Jesús crucificado en Nagasaki. 

Pero Marcelo Ebrard se cruza la imaginaria faja trigarante en la pechuga y nos dice así con inspirado acento: 

“…Arribo del vuelo de Aeroméxico proveniente de Shangai con equipo médico para hacer frente al Covid-19. Se inicia un puente aéreo para apoyar a las instituciones de salud. Gracias a Aeroméxico, a las autoridades chinas y al equipo del INSABI que se ocupó de la operación. Avanzamos”.

¿Avanzamos? A dónde. 

Por lo pronto a una tercera fase en la epidemia, a la presentación de datos jamás comprobados, a las sanaciones mágico-melódico-musicales, con la convicción cancionera de cómo todo esto pasará.

Pues sí, diría Manrique, cómo se pasa la vida, como se viene la muerte, tan callando. Aquí se pasa tan cantando…

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

1 thought on “Cuando nos devolvieron Texas, en el sueño…”

  1. Cuanto dinero al barril (de Pemex) sin fondo. Le pregunto: ¿Cuánto petróleo extraen los consorcios dueños de algunos pozos de extracción pertenecientes a compañías formadas por políticos del sexenio anterior, al dia? ¿A quien se lo venden y a que precios? ¿Las compañias de los que extraen petróleo de los pozos que otrora eran propiedad de México, cuanto petróleo extraen al día en barriles? ¿Alguien tiene estos datos?. Ojala y usted pudiera investigar y exhibir a los culpables de esta debacle petrolera en nuestro México. Gracias. Le saludo con gusto

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