Si la vieja frase del valor de los sistemas políticos es cierta en cuanto a la valoración  final de la democracia como el menos malo de todos ellos, no es menos verdadera la idea de un imposible sistema democrático sin partidos políticos funcionales.

La funcionalidad de los partidos depende de dos cosas simples. Su representatividad y su eficacia electoral. 

En México lo primero se garantiza (hasta cierto punto), con la satisfacción de requisitos de organización y representación demostrados en la organización de asambleas para evitar organizaciones de membrete y ser considerados como entidades de interés público. 

Lo segundo, su eficacia, depende de su organización de sus planteamientos, de sus estrategia y cuando llegan al poder, de su disciplina y congruencia en las políticas públicas. 

Hoy en México hay pocas organizaciones eficientes. Cuando los partidos no tienen el poder, porque nunca lo han obtenido o lo han perdido por sus malas prácticas, quedan forzosamente ubicados en las oposiciones. 

Desde ahí pueden hacer simbólicos gobiernos en la sombra o una labor demoledora –y a la larga persuasiva–, contra las acciones y programas del gobierno. Cuando su papel se reduce a la supervivencia de sus más conspicuos miembros, amenazados o atemorizados por  revanchas definitivas, entonces ya no son nada. 

Y en México ocurre mucho de eso, a despecho de las nuevas organizaciones de pròximo registro las cuales tendrán la conveniencia de un campo formal y un subsidio pero el inconveniente de una juventud con escasa militancia, así haya quien  le supone a su incipiente organización más militantes comprometidos de cuantos tiene Morena en este momento. Es un sueño.

Por eso llama la atención esta síntesis del foro “Fortalecimiento de los partidos políticos frente a los nuevos desafíos globales”,  auspiciado por la Fundación Colosio, el único espacio operativo del PRI, cuyos sectores están desfondados por la realidad o entregados al gobierno como fórmula de supervivencia.

“…Al participar en el Foro “Fortalecimiento de los partidos políticos, frente a los nuevos desafíos globales”, organizado por la Fundación Colosio, y que contó con la participación de Luis Ayala, Secretario General de la Internacional Socialista, y del senador Rafael Michelini, del Frente Amplio del Uruguay, Alejandro Moreno, presidente del CEN priísta, dijo que “tenemos que fortalecer la democracia en nuestro país, porque el sistema de partidos en una democracia garantiza el vínculo, pero también podemos construir propuesta, proyecto, generar paz, armonía y estabilidad política”.

 Así,el Secretario General de la Internacional Socialista, Luis Ayala, definió al populismo como “un movimiento que actúa en la inseguridad de la gente, con el fin de avanzar su propia agenda. Los populistas señalan y culpan a quienes hieren o defienden al sistema, pretendiendo ser los verdaderos representantes de la gente o del pueblo, con el fin de desacreditar a los partidos políticos tradicionales y, como consecuencia, socavan la democracia”.

Y al referirse a México, puntualizó: “eso no está en México, yo no lo veo. Eso no existe en México. Todo lo contrario, yo creo que los mexicanos han sido un pueblo que ha llevado adelante su presencia en el mundo”.

Por su parte, el Senador por el Frente Amplio del Uruguay, Rafael Michelini, indicó que el PRI, que es un partido que compite en el centro-izquierda, “es histórico, está metido en la cultura mexicana, es un partido de militantes, es un partido de sangre, es un partido que levanta causas, es un partido que está en conjunción con los trabajadores, con los pueblos indígenas”. 

“…..Cuando existe la violencia, cuando existe la guerra, se lleva lo mejor de nosotros, se lleva a nuestros mejores hombres y a nuestras mejores mujeres”.

En tanto, el Presidente de la Fundación Colosio, José Murat, destacó la necesidad de fortalecer la democracia “y su mecanismo más claro es fortalecer el sistema de partidos, no nada más en México, sino en todo el mundo, por el crecimiento del extremo de la derecha”, con el propósito de mantener los espacios de paz  y libertad, además de trabajar por los derechos de todos.

 En este marco, Alejandro Moreno expuso que hay una gran desconfianza, pero no se debe condenar por las acciones de unos cuantos. No son desconfiables las instituciones, son las personas”.

Recalcó que en el PRI siempre hemos impulsado y fortalecido la democracia en México. “Fuimos los priistas quienes impulsamos la participación de las mujeres cuando se consagró el derecho al voto, que fue la lucha de las mujeres en México y en nuestro partido”. 

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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