La luz de la mañana del lunes le daba al alcázar de Chapultepec una indefinible sensación de nostalgia imperial.
Carlos Aceves del Olmo, quien presentaba un libro sobre los 80 años de la CTM hablaba sobre la inminencia de su retiro. La silla de Carlos y el carruaje de Carlos. Insólita combinación para el hombre sobre cuya espalda se sostuvo, endeble, tembleque y frágil, por un tiempo al menos, la disminuida confederación de trabajadores de México, cuya fortaleza en años atrás, hacía temblar al sistema sólo con la ceniza del puro de Fidel Velásquez.
Pero más allá de la pierna amenazada de Carlos Aceves, por encima de la nostalgia por el imperio perdido en el derrumbe electoral del pri, pocos le daban importancia a la renuncia de Arturo Zamora a la confederación nacional de organizaciones populares y menos todavía a la retirada del partido de Joel Ayala Almeida, líder longevo de una burocracia distante de los años de sometimiento al partido corporativo.
Y por si eso fuera poco, la presidencia del partido revolucionario institucional se mueve entre la oscuridad y el silencio. Alejandro Moreno Cárdenas es un hombre invisible en la política nacional. El PRI es un castillo deshabitado.
En otro tiempo las renuncias ahora inadvertidas, sin el menor interés para nadie, hubieran tenido el efecto de un derrumbe en el gabinete o un cataclismo de proporciones enormes. Hoy la estructura sectorial del PRI se desmorona sin causar ni siquiera el morbo de nadie. Es como si un equipo de la tercera división desapareciera del futbol.
A nadie le importa.
Ayer, en un desplegado de prensa en el mejor viejo estilo de las adhesiones, Aceves leyó cómo las secciones y sindicatos de la CTM le refrendaban su respaldo. Esas reconfortantes palabras y la carabina de Ambrosio tienen el mismo calibre político. ¿Respaldo para qué?
“…por ello, que el compañero Carlos Aceves del Olmo, senador de la república encabece a la CTM, es sinónimo de un hombre (¿?) que proviene de la base trabajadora, pues en sus primeros 9 años de labor fue como trabajador sindicalizado, siempre afiliado a nuestra central, quien se ha hecho asi (sic) mismo, y quien por su esfuerzo, trabajo, capacidad y compromiso, representa desde la secretaría general de la propia CTM, y como presidente del Congreso del Trabajo, al movimiento obrero nacional…”
Triste palabrería sin sentido ni gramática, como para compararla con estas declaraciones:
(El financiero).- “…Hoy tenemos una reunión nacional en la CTM con secretarios generales de sindicatos nacionales y federaciones donde recalco cuáles son las obligaciones de los dirigentes sindicales, ¿y por qué lo hago?, porque he estado verdaderamente enfermo, porque estoy pasando una situación muy difícil…
«…El Senado me da toda la facilidad para que de repente no esté, pero trato de servir de algo, y voy a hacer lo propio en la CTM, pero creo que cuando a mí me fallen estas cosas que recordé, ya no debo estar en la CTM porque no se me debe de olvidar nunca…y a lo mejor cambiamos lo de salir con los tenis de fuera porque también podría estar trabajando o descansando en la casa. Mi familia está preocupada, no tengo cáncer pero me tienen que cortar la pierna derecha».
Y si esto no fuera suficiente, el opulento sindicato petrolero, suficiente para financiar campañas electorales a lo largo de muchos años (antes, durante y después del ¨Pemexgate”), el sindicato petrolero, casa de todos los escándalos durante los últimos años, mira alejarse a Carlos Romero Deschamps, cuyos pasos inciertos no se sabe dónde lo llevarán.
(El Sol de México).– “el exlíder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps tiene al menos siete denuncias en su contra ante la fiscalía general de la república (FGR), como dio a conocer su titular, Alejandro Gertz Manero.
“El fiscal general de la república comentó que no sólo son dos las denuncias que hay en su contra, como incluso mencionó el presidente Andrés Manuel López Obrador en sus conferencias matutinas, sino que son más y todas ellas están a la espera de las resoluciones que se emitan al interior del sindicato de trabajadores petroleros de la república mexicana (STPRM)”-
SOLEDAD
Si el Señor Presidente declara su ignorancia en torno del operativo Culiacán (el fiasco Culiacán, le llaman otros) y el general secretario de la Defensa dice no haber estado enterado, la soledad del petardo recae toda completa sobre Alfonso Durazo quien ya debe pensarlo dos veces antes de caminar cerca de Lomas de Sotelo.
Lo aborrecen.