A veces no queda sino recurrir a la sabiduría popular y las vieja verdades del pueblo bueno: “…No hay mal que por bien no venga”.
Tras el fiasco de la Guardia Nacional, el Ejército y todos quienes queramos agregar a la lista de petardos “culichis”, el Señor Presidente nos ha remarcado, a todos, algo cuyo ´profundo contenido no ha sido apreciado en su valor total. No por todos: su definición político ideológica, su filosofía de la vida.
Si bien en alguno de los miles de discursos durante sus años de actividad política –extensa, fecunda, unidireccional, tenaz, voluntariosa, terca y algo más–, nos había proporcionado trazos generales, ha sido hasta ahora cuando con la urgente contundencia de la necesidad, nos lo ha dicho claramente: el humanismo, señores, el humanismo.
Ni la izquierda, ni el liberalismo, ni el capitalismo, ni el socialismo, ni el Nacionalismo Revolucionario, ni la Democracia Cristiana, nada; menos el comunismo (fuchi, guácala), ni el confucionismo (a pesar de las confusiones); ni el platonismo o el aristotelismo; tampoco el tomismo, el positivismo o el maoísmo, ni la Tercera Vía ni nada de eso: El humanismo. Así nomás.
Como Cremes en la obra de Terencio, pudo habernos dicho:
“…Homo sum, humani nihil a me alienum puto…”
Esta última palabra no hubiera querido escribirla en estas decorosas páginas, donde –como en los estadios de fútbol– no cabe la homofobia, pero la cita es la cita y las disposiciones de la ñoña FIFA no operan en las declinaciones latinas. Así pues, perdón a quienes se sientan ofendidos por tan sonora unión de vocales.
Podríamos traducir a Terencio con el simple, “soy hombre y nada de lo humano me es ajeno”, aun cuando a veces, sobre todo cuando uno vive de observar la política nacional podría decir, nada de lo humano me es ameno.
Pero volvamos a la definición de la ideología presidencial: Estas son sus palabras según informa el diario “La jornada”:
“…cuando todos los mexicanos tengan trabajo, bienestar, cuando sean atendidos todos los jóvenes, que no se queden los niños sin posibilidad de estudiar, cuando haya justicia, vamos a serenar a México. Va a haber paz y tranquilidad en nuestro país…
“…Esa es nuestra filosofía… decidimos primero la vida de los seres humanos, no la violencia.
“La paz, la tranquilidad, no la discordia, no el odio, no la violencia. La hermandad, el amor al prójimo, esa es la filosofía, la doctrina de este gobierno”
Obviamente hay quienes ven en la delincuencia un obstáculo para la toda la dicha antes imaginada, porque les quita la tranquilidad y la seguridad a quienes algún día (Dichosa edad y siglos dichosos, diría Don Quijote), gocen de trabajo, bienestar y hermandad.
HUELE A GAS
En el estado de México la competencia desleal entre compañías distribuidoras de gas doméstico –sin intervención de la autoridad–, ha tenido ya momentos cercanos al estallido grave.
El último –y ojalá fuera en verdad el último–, de estos roces entre empresas se dio por parte de la compañía Imperial cuyos empleados agredieron a los trabajadores de la empresa Centurión.
Los agredidos lo explican así:
El más reciente acto violento se generó el pasado 23 de septiembre, cuando un auto de la empresa Gas Imperial, siguió a una unidad de Grupo Centurión en las calles de la Colonia Buenavista, en Toluca, Estado de México, quienes se dirigían a atender un servicio.
“Del vehículo se bajaron cuatro personas con armas blancas y comenzaron a agredir a los trabajadores y golpear el vehículo de trabajo de Grupo Centurión, además de llevarse el dinero en efectivo que traía el chofer de la pipa de gas. Al lugar llegaron policías municipales, sin embargo, aún no se localiza a los responsables del atentado, a pesar de haberse denunciado los hechos oportunamente ante el Ministerio Público, el cual actúa con la lentitud de un elefante reumático.
Este hecho se suma a los actos violentos anteriormente mencionados, por lo cuales el Grupo Centurión decidió solicitar una carpeta de investigación y pedir ayuda a las autoridades para garantizar el derecho a la libre competencia, en el cual cualquier empresa sea libre de participar en un mercado justo para oportunas decisiones del consumidor, al elegir libremente cual producto y cual empresa le convienen más.
Si usted ve agresiones de este tipo, denúncielas. Grupo Centurión manifiesta su compromiso con el objetivo de beneficiar al consumidor.