La semana anterior hubo dos mexicanos en la Organización de las Naciones Unidas: el canciller Marcelo Ebrard, con los temas bilaterales y multilaterales más urgentes, y el gobernador de Oaxaca con una agenda “subnacional” (él no es funcionario federal) relacionada con el cumplimiento de los programas del desarrollo sustentable.
Alejandro Murat Hinojosa, participó en el Segundo Foro de Gobiernos Locales y Regionales (ONU), en el cual expuso los avances en cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Murat Hinojosa –único representante de México en ese evento multilateral— expuso los avances de Oaxaca en la construcción de un nuevo modelo de desarrollo en el centro del cual se coloca a las personas, el medio ambiente, la prosperidad, la paz y las alianzas, a través del cual la pobreza, en dos años de gobierno, ha disminuido cuatro por ciento.
Durante su participación en el panel “Compromisos para una aceleración de los ODS”, informó cómo “Oaxaca ha logrado superar los retos de la Agenda 2030.
Un ejemplo de este esfuerzo fue presentad en mayo de este año y analizado ahora. Como se recuerda, Oaxaca fue sede del encuentro, “Partners for Review”, en un primer ejercicio de la Revisión Estatal Voluntaria.
Las estrategias aplicadas en Oaxaca para abatir la pobreza extrema o la pobreza alimentaria o la derivada de la desigualdad crónica, han permitió una disminución –entre 2016 y 2018– casi del doble de la media nacional y muy superior a la media regional, además de un crecimiento del 4 por ciento.
Murat, explicó –ante alcaldes de todo el mundo–, cómo a través de la cooperación técnica con la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán) desde septiembre de 2018, se han materializado grandes esfuerzos cuyo propósito es consolidar un estado más igualitario con mejores condiciones de desarrollo
Otros pasos han sido, la alineación del Plan Estatal de Desarrollo (PED) a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); las modificaciones a la Ley Estatal de Planeación y la elaboración de la Guía de Planes Municipales de Desarrollo Sostenible, además de crear el “Consejo Estatal para la implementación de la Agenda 2030” e instalar 562 Consejos de Desarrollo Municipal.
El cumplimiento de la agenda 2030 ha acelerado –también– la disminución significativa de otros elementos de la pobreza, como la carencia por acceso a servicios básicos en la vivienda, en especial el agua potable.
En este indicador, Oaxaca ha avanzado ha superado a las demás las entidades federativas; hecho especialmente relevante tomando en cuenta incremento en esta carencia en la media nacional.
El Gobierno de Oaxaca –informó Murat en Nueva York–, cumple con el principio de universalidad, de integralidad y de alianzas multifactor a través de la creación de tres Comités de Trabajo:
Inclusión social, crecimiento económico y sustentabilidad ambiental, en los cuales participan representantes de la sociedad civil, la academia, el sector productivo y el gobierno.
¿UNIFORMADOS O AMORTAJADOS?
Emboscados, ametrallados en tierra o derribados por el fuego del crimen organizado, en México han muerto en los últimos años, cerca de 900 soldados y militares con grado.
Hace una semana, en Guerrero, tres soldados fueron asesinados. En Michoacán los sometieron mientras saqueaban un tren y en otro episodio los vejaron en La Huacana; en Tamaulipas los acribillaron y en Puebla los apedrearon.
La orden siempre es la misma: bajar las armas.
Este es un ejército de brazos cruzados.
Por fuerza de obediencia. No pueden responder ni aun cuando los atacan. Ni la flagrancia de la agresión los salva; a pesar de las advertencias del general secretario Sandoval.
Las agresiones no se contestan. Se agacha la cabeza y se limpian los escupitajos del uniforme.
Tras las muertes más recientes, el presidente López Obrador dijo: nuestra prioridad es cuidar al Ejército. Que no haya enfrentamientos.
Conmovido por los asesinatos dijo:
“Estamos pendientes de ellos (los soldados), no vamos a arriesgarlos, los cuidamos y nos sentimos muy orgullosos de lo que hacen…”
Quizá la mejor forma de proteger a un Ejército sea entrenándolo para el uso de las armas, y capacitándolo para su uso profesional fuera de un “casus belli”.
El orgullo hacia la milicia es cuando cumple con sus funciones, no cuando obedece órdenes en cuyo cumplimiento le va la vida.
No responder es una forma de incumplir, porque quienes agreden, atacan y matan, sí buscan ventajosamente los enfrentamientos de una tropa condicionada a la obediencia suicida.
Por ese camino absurdo, el pueblo uniformado puede terminar siendo, el pueblo amortajado.
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