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Cercado por la suspicacia y disminuido en su autoridad, el procurador del estado de México, Alberto Bazbaz, llegó quizá al fin del calvario construido por su novel imprudencia: presentó el informe del “Caso Paulete” y al final del preciso y exhaustivo documento pronunció 226 palabras en las cuales defiende su proceder jurídico, lo cual por desgracia para su causa, no cambia su circunstancia política.

Como se le quiera ver a partir de hoy Bazbaz es un lastre para el gobernador del Estado y un arma en manos de los recurrentes enemigos del “candidato” Enrique Peña Nieto.

“…ante las constancias que obran en el expediente, en forma destacada dictámenes periciales que sostienen que la muerte de la menor fue un accidente -dijo–, y toda vez que se ha agotado la investigación sin existir prueba pendiente que desahogar, se ha determinado concluir la investigación sin ejercer acción penal en contra de alguna persona.

“En un Estado de derecho, las determinaciones de la Institución del Ministerio Público debe ser resultado de una investigación sustentada en pruebas sólidas y contundentes.

“Nunca deben ser fruto de la indignación o el dolor por la fragilidad de la víctima. No puede ser, tampoco, producto de la intuición o de indicios no concluyentes que provienen de inconsistencias en declaraciones, porque eso rompe con el sentido democrático al que todos debemos aspirar en el sistema de justicia penal. El Ministerio Público debe ser un órgano de buena fe, de legalidad y de lealtad a la verdad.

“La determinación de este Ministerio Público respecto de este caso está plenamente sustentada y es producto de la colaboración entre distintas instituciones, y de la transparencia que ello produce.

“En mi carácter de titular de esta dependencia, reconozco que el procedimiento inicial realizado por la Institución tuvo deficiencias al no haber revisado pericialmente en forma plena la cama y la habitación de la menor desde un inicio.

“De igual forma reconozco que la comunicación sobre el caso, producto de la exigencia ciudadana de esclarecerlo lo antes posible, se dio de manera apresurada, lo que lamentablemente contribuyó al clima de especulaciones y desinformación que suelen surgir, en todo el mundo, en torno a este tipo de casos”.

El doble reconocimiento de sus insuficiencias en el cargo (las deficiencias del proceso inicial, así como el apresuramiento cuya incidencia dio lugar a especulaciones y desinformación), son suficientes para perpetuar su devaluación y su incómoda presencia en perjuicio del gobernador.

Se ha vuelto un elemento vulnerable y peligroso cuya permanencia en el equipo mexiquense abre muchas rendijas para los ataques políticos contra un gobernador a quien se acosa desde muchos ángulos con los ojos puestos en el futuro.

Si bien el gobernador Peña logró esquivar las presiones en el momento álgido de este problema y sostuvo al procurador en el cargo hasta terminar su trabajo, lo cual fue alcanzado y dado a conocer el viernes pasado, la verdad jurídica no satisfizo a la mayoría de la población. Tampoco quedará satisfecha la opinión pública con un cese, una remoción o un despido, como se le quiera llamar, pero ahora es momento para reconocer los daños, evaluarlos y contrarrestarlos.

Hoy es tiempo de recordar el consejo de los políticos de antaño: si a plena luz del día el pueblo dice, es de noche, vamos encendiendo las farolas del alumbrado público. También para pensar en el horno y los bollos; la patria y los tafetanes.

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Pero no ha sido esa desaparición la única por la cual los mexicanos se meten en un mar de especulaciones y la información se vuelve materia viscosa y poco clara.

Hace una semana dijimos en este espacio cómo el posible secuestro de Diego Fernández de Cevallos podía generar consecuencias políticas. Hasta ahora ha causado comentarios en los medios internacionales y dos intervenciones presidenciales en la escena extranjera. Una vez con el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y otra en el marco de la visita a Washington en una entrevista con CNN cuya divulgación pretendía establecer posturas públicas en torno de otros asuntos y acabó en una especie de convocatoria a la calma y la oferta de feliz solución del caso.

Inusitado elemento en el curso de una investigación por secuestro de la cual hasta ahora nada sabemos con certeza, en parte por la cerrazón de las fuentes informativas cuyas periciales se cuelan con cuentagotas a los medios y principalmente por las extrañezas del asunto.

Por ejemplo, nunca un secuestro se había convertido con eficaz presteza en anuncios espectaculares a favor de un partido político como hicieron en inicuo aprovechamiento los panistas de Querétaro. Ese recurso de los espectaculares callejeros nos recuerda irremediablemente el otro caso, el de la niña cuyo cadáver ambulante fue hallado donde lo buscaron y no estaba.

Tampoco esta forma ambigua de tratar el asunto como si fuera materia (¿lo es?) de seguridad nacional, con el Cisen (a buenas horas), la secretaría de Gobernación, la Defensa Nacional y todas las agencias disponibles, hasta la DEA y la FBI.

“…Si hubiera la posibilidad de que él supiera, que sus hijos están fuertes, firmes y enfrentando esta situación con enorme entereza, con una gran valentía, y que oran por su padre”, dijo el Presidente en una gira internacional. En otra se refirió de nuevo al caso, como ya hemos dicho:

Wolf Blitzer conductor de “Situation room”; programa principal de CNN le preguntó:

“Vea esa fotografía de Diego Fernández de Cevallos. ¿Usted lo conoce?”

–Muy bien, es mi amigo.

–Él fue candidato presidencial. ¿Que pasó con él?

–No lo sabemos aún. No hay evidencia hasta ahora de que su secuestro esté vinculado con el crimen organizado.

–Se dice que lo secuestraron para enviarle a usted un mensaje.

–Los criminales me envían mensajes muy claros por otras vías. Creo que es un caso sumamente delicado. Para mí es muy triste, porque Diego es buen amigo mío, es buen amigo de mi partido, pero no hay evidencia de que esta situación esté vinculada con el crimen organizado, no hay evidencia de que se trate de un secuestro; de acuerdo con la investigación no teníamos evidencia.

– ¿Han pedido rescate?

–Nada, hasta ahora es un misterio. Para mí es muy importante preservar la confianza en la reserva de la investigación, porque vamos a encontrar a Diego. Estamos trabajando con todos nuestros recursos para ubicarlo”.

Sin embargo en México algunos medios han decidido “hacer el vacío”. El New York Times –tan venerado por algunos periodistas mexicanos–, tiene una frase en la parte superior de su primera plana: “All the news that’s fit to print.”

Hoy, podríamos decir, “all the new that’s fit to broadcast”

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Obviamente el caso no tiene el mismo peso. No se trata de las mismas cosas ni tiene similar valor, pero esta anécdota ilustra el comportamiento de los medios en un caso extremo.

No se la debo a Javier Cercas sino a Samuel Ocaña, el ex gobernador de Sonora quien ha escrito recientemente un artículo en el portal “Contacto”, de Claudio Escobosa en Hermosillo, donde recuerda un hecho inolvidable para la prensa española:

“…una hora y media después de la invasión del Parlamento (el célenbre “Tejerazo”), el diario más importante de España, “El País”, lanzó a la calle seis ediciones dentro de las 18 horas críticas que duró la asonada. La primera de ellas cabeceó: ¡Golpe de Estado! ¡El País, con la Constitución!

“El director de “El País”, Juan Luís Cebrián le pidió al director del Diario 16 (Miguel Ángel Aguilar), importante periódico español, que también emitiera una edición especial para defender a España, a lo cual se negó aduciendo que “no había dinero”.

“Entonces Cebrián le recordó algo de la miseria humana: “lo que tienes es miedo”.

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Los mexicanos vivimos siempre empeñados en algo incomprensible e ilógico: crear mentiras para después destruirlas y sustituirlas no por una verdad final sino por otra mitología.

Así nos pasó desde la Independencia hasta los días actuales. Y en el camino vamos reuniendo fetiches, como por ejemplo esa colección de huesos en la Columna a la Independencia cuya autenticidad nadie puede –ni podrá–, garantizar.

Así nos ocurrió con los restos de Cuauhtémoc o los poderes curativos del Niño Fidencio, el reparto agrario , la expropiación petrolera, la televisión a colores y la “alternancia democrática”; la ley Arizona, la guerra contra el narco y las posibilidades de la Selección Nacional de Futbol.

Por eso esta información mueve a la carcajada:

“La identidad de los restos de los héroes de la Independencia será aclarada exhumándolos y poniéndolos bajo la lupa de especialistas para ver quién es quién tras haber sido sepultados en desorden hace más de ocho décadas. En una ceremonia solemne con desfile militar y cortejo incluidos, el Gobierno sacará el 30 de mayo a la luz los restos guardados en la base de El Ángel.

“Desde 1925 descansan allí los restos de 12 libertadores: los huesos de ocho en urnas individuales y cuatro cráneos por separado de los héroes más importantes. Uno de esos cráneos es el del sacerdote Miguel Hidalgo, llamado el «Padre de la Patria» por haber iniciado en 1810 la lucha”.

La idea es clasificar la morralla ósea de la columna y después hacer otra costosa ceremonia solemne para entonces sí, por obra y gracia del taumaturgo de la historia panista, Juan Manuel Villalpando (dueño del mejor “hueso” entre todos ésos), poner a los héroes a reposar con toda la dignidad posible.

Para usar una palabra cara a la nueva condición de la independencia nacional: ¡Bullshit!

Author: Rafael Cardona

Rafael Cardona

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