Una vez más y presentado cifras del alto costo y la opacidad en su concepción y asignación, el GPPAN en la ALDF rechazó la construcción de la Supervía Poniente, que pretende realizar el GDF a la que calificaron como “otra obra pública de ocurrencia”.
Los diputados azules Fernando Rodríguez Doval y Rafael Medina Pederzini, se acompañaron esta vez de la legisladora federal María de la Paz Quiñones para argumentar que el proyecto esta viciado de origen, primero porque fue de adjudicación directa y en segundo lo caro del presupuesto asignado
“El impacto económico que tendrá la obra, expuso Rodríguez Doval, efectará directamente los intereses de los ciudadanos, ya que el costo del proyecto –bajo adjudicación directa- será de 1.5 veces más caro que por licitación”. La autoridad local, insistió, da una muestra más de opacidad pues no han hecho público el estudio de costo/beneficio que representa la obra.
Para demostrar lo caro del concepto, los panistas compararon la Supervía Poniente, con la autopista Atlacomulco-Tula-San Martín (conocida como Arco Norte), que tiene características parecidas a la del GDF, la inversión será similar, 6 mil 40 millones de pesos, pero con la diferencia de que la capitalina será de 5.56 kilómetros y el Arco Norte comprende 78 kilómetros.
En su oportunidad Rafael Medina Pederzini mostró que la carretera Durango-Mazatlán, con extensión de 230 kilómetros costará 17 mil 796 millones de pesos, la Supervía Poniente invertirá la tercera parte de este proyecto, pero tan sólo por 5.56 kilómetros.
La diputada federal invitada a la rueda de prensa manifestó su preocupación a lo señalado por el Secretario de Obras y Servicios del GDF, Fernando Aboitis, quien aseguró que a pesar de los amparos por la obra, interpuestos por los vecinos, ésta seguirá. De manera tajante, De la Paz Quiñones sostuvo que “un gobierno que va por encima de la ley y de sus gobernados, es un gobierno que no vale la pena tener”